Desde hace tiempo ya es más rápido sobre la bicicleta que Joseba. ¿Qué tal le sentó a su padre la primera vez que le dejo de rueda hace ya tres años subiendo a Zaldiaran? 

–(Risas). Era normal que pasara. Entreno más que él y era algo que iba a llegar. Fue una coña, nos reímos los dos y ya está.

¿Le encantaría alcanzar su nivel?

–Hombre, lógicamente. Viendo lo que ha conseguido, como para no. Ya la mitad de su palmarés sería impresionante.

Eso sí, aunque lleve su apellido, por constitución Markel parece un ciclista distinto a Joseba, más fuerte y con más cuerpo. ¿Cómo lo ve? 

–Un pelín más alto que él, bueno algo más. También soy bastante delgado y aunque tengamos cuerpos diferentes, nuestras características son las mismas. 

Y, ¿en qué terreno se desenvuelve mejor? 

–Los dos somos escaladores que en contrarreloj nos defendemos muy bien, por lo que al final somos bastante parecidos.

¿Cuál es su punto fuerte? 

–Ahora las cronos y las etapas de montaña. Pero bueno, cuando llegas a profesional no sabes cuál va a ser tu sitio y dónde vas a destacar. Puede cambiar totalmente.

Markel Beloki posa en el Prado antes de iniciar un entrenamiento Josu Chavarri Erralde

Su madre Gema sufría antes al tener a su pareja en la carretera y ahora lo hará con su hijo. ¿Qué tal lo lleva? 

–Bien. A ver siempre se sufre y se tienen nervios. No es como con los profesionales que estás viendo en directo donde estás, aquí hasta que no pasa la carrera y ven que estás ahí y no te ha pasado nada, pues se sufre. Pero bueno, es algo que toda la familia ha aprendido a llevarlo.

¿Con quién cree que lo ha pasado peor? 

–Con los dos parecido, creo. 

Josu Chavarri Erralde

¿Ha heredado Markel su carácter calmado o se ve con más nervio? 

–No lo sé. Sí que me gusta ser bastante tranquilo. A veces, me pongo algo nervioso antes de las carreras, pero me gusta estar en un entorno tranquilo para no alterarme. Creo que estar relajado es una de las claves para que las cosas te salgan, ya que si te pones muy nervioso, eso te va consumiendo las energías.

Y, de confianza en sí mismo, ¿qué tal anda? 

–Bien. Si vas a las carreras con la confianza de que puedes ganar o vas a estar en la pelea, andarás más cerca. La clave es estar tranquilo y creer en ti. Si el trabajo previo está bien hecho, hay que estar tranquilo y confiar, porque salvo por algún infortunio, pueden salir las cosas.

Por lo que se ve en sus redes sociales, bromista es un rato. En casa y sus amigos se lo pasarán en grande a su lado...

–Sí, sí. Pienso que aparte de la seriedad que tenemos en carrera, que nos gusta estar concentrados, después siempre sacamos un rato para reírnos. Somos serios cuando toca serlo, pero cuando toca reírse somos los primeros en hacerlo.

¿Se acuerda de alguna gorda que haya montado? ¿Se podría contar? 

–Sí mira. La última, en la Vuelta Ribera de Duero a nuestro director Benjamín Noval. Aprovechamos que estaba cenando en el restaurante para pedir la llave de su habitación y sacarle todas las cosas al balcón. La cama, los muebles... Le escondimos todo y cuando entró no tenía nada y alucinaba porque no sabía qué había pasado. Al final se lo tomó bien, ya que cuando él era profesional, ya nos contaba las bromas que hacía y como que se la devolvimos un poco. Nos reímos todos un rato.