Reputado corredor de maratones y de pruebas de ultrafondo, Luis Enrique, de 53 años, asume ahora otro titánico desafío en el PSG, un club obcecado con ganar la 'Champions' y con un vestuario desgastado por las veleidades de sus estrellas Mbappé y Neymar.

"Tenemos uno de los mejores entrenadores del mundo, no solo por lo que ha ganado, también por cómo juega al fútbol. Tiene uno de los estilos más vistosos del mundo", subrayó este miércoles el presidente del club, Nasser al Khelaifi, en la rueda de prensa de presentación del técnico.

El exseleccionador español (2018-2022) y extécnico de Barcelona (2014-2017), Celta (2013-2014) y Roma (2011-2012) no puede considerarse un novato en la profesión. Sin embargo, entrenar a un equipo tan complejo como el PSG no es para todos.

Desde que Catar adquirió el club del suroeste de la capital francesa, hace casi 12 años, han pasado siete entrenadores y varios cientos de millones de euros en fichajes. Laurent Blanc tiene el honor de haber sido el técnico más longevo al haber aguantado tres temporadas, de 2013 a 2016.

En el último lustro la tendencia del PSG de consumir técnicos se ha acelerado. La Liga de Campeones que no llega ha sido el detonante de los ceses de Unai Emery (2016-2018), Thomas Tuchel (2018-2020), Mauricio Pochettino (2020-2022) y Christophe Galtier (2022-2023), el último y más efímero de la lista. Cuatro en cinco años.

Esa inestabilidad en el banquillo ha sido producto también de los continuos cambios en la dirección deportiva, encargada de fichar y que no siempre ha estado en sintonía con el técnico de turno. El portugués Luis Campos, muy próximo a Mbappé, es actualmente el hombre encargado de confeccionar la plantilla.

VESTUARIO EN EBULLICIÓN

Mientras Campos y Luis Enrique se van conociendo y afinando método de trabajo, el español sabe que se encontrará un vestuario en ebullición. Sin Leo Messi ni Sergio Ramos, que dieron este junio carpetazo a su discreta experiencia parisina de solo dos años, restan Mbappé y Neymar como futbolistas de más enjundia.

El primero ha agitado el ambiente del club por su negativa a renovar más allá de 2024, abriendo así la puerta a un posible traspaso este mismo verano si el PSG no quiere ver a su estrella irse gratis a otro competidor (seguramente el Real Madrid).

"No podemos dejar marchar gratis al mejor jugador del mundo", afirmó este miércoles, rotundo, Al Khelaifi.

El caso del brasileño, de 31 años, es diferente. El jugador más caro de la historia, por el que el PSG desembolsó 222 millones de euros en 2017, tiene contrato hasta 2027 y, hasta hace poco, aseguraba estar contento en la capital gala.

Sin embargo, las protestas de los hinchas a comienzos de mayo, cuando estallaron por la escapada publicitaria de Messi a Arabia Saudí, se extendieron a Neymar, al que reprocharon falta de compromiso y un estilo de vida incompatible con un futbolista de élite.

Según la prensa, tanto el jugador como el club estaban de acuerdo en encontrar una salida. La llegada de Luis Enrique podría cambiar esos planes.

El español dirigió a "Ney" en el Barcelona entre 2014-2017, periodo coronado por la 'Champions' de 2015, en la que el brasileño se asoció con Messi y el uruguayo Luis Suárez en una delantera de leyenda.

Otro de los futbolistas diana de la ira de los hinchas radicales del PSG ha sido el italiano Marco Verratti. El medio tenía muchas posibilidades de dejar la entidad, a pesar de tener contrato hasta 2026, pero el aterrizaje de Luis Enrique también podría modificar la idea inicial.

La prensa francesa ha recordado unas declaraciones del español en 2015, cuando era técnico del Barça, en las que elogiaba al habilidoso medio transalpino. De hecho, Verratti estuvo cerca de irse al club español en esa época, un movimiento frustrado por el PSG.

Luis Enrique tendrá también a sus órdenes en el PSG a un antiguo discípulo en la selección española, el medio andaluz Fabián Ruiz, con el que ha habido rumores de malas relaciones (Luis Enrique no lo volvió a convocar desde la Eurocopa 2021), algo desmentido por el propio Fabián.

Conocido como el entrenador de la remontada de 2017 en la que el Barcelona dio la vuelta ante el PSG a un 4-0 adverso en unos octavos de final de la Liga de Campeones, el club espera de Luis Enrique no solo buenos resultados y que pacifique el vestuario. Le pedirá una atención especial a la cantera, en la que han despuntado Warren Zaïre-Emery, Ilyes Housni e Ismaël Gharbi.