Vitoria ha sido testigo recientemente de una salida de etapa del Tour de Francia y, en ocasiones, también puede convertirse en el destino vacacional de alguna estrella del firmamento futbolístico. Estos días se deja ver por la capital alavesa nada menos que un ilustre del centro del campo del Liverpool inglés, en concreto Fabinho Tavares.

Quienes acudieron el pasado lunes por la tarde al colegio Marianistas se llevaron una grata sorpresa al presenciar un partido de fútbol donde participaban los veteranos del San Ignacio.

Entre ellos, como uno más y dando apariencia de normalidad a la situación, se encontraba el espigado centrocampista brasileño de 29 años y 1,88 metros que compite a las órdenes de Jurgen Klopp desde 2018, habiendo ganado una 'Champions' en 2019 y la 'Premier League' en 2020.

Fabinho, estrella brasileña del Liverpool, juega una pachanga en Marianistas

Fabinho, estrella brasileña del Liverpool, juega una pachanga en Marianistas DNA

Fabinho disputó la pachanga ataviado con una camiseta roja con el escudo del San Ignacio, el club alavés de 3ª RFEF donde, al parecer, tiene un familiar en su equipo de veteranos.

La imponente figura del brasileño se dejó ver a la perfección ante la atenta mirada de algunos curiosos que, hasta cierto punto, no daban crédito a la presencia de un futbolista de este calibre en Vitoria. Según recalcan desde Marianistas, el partido fue completamente ajeno a alguna actividad de colegio y se enmarca dentro de la vida privada de Fabinho.

Fabinho pasó por el gastrobar Vittoria de la rotonda de la Antonia

Fabinho pasó por el gastrobar Vittoria de la rotonda de la Antonia

Todos los presentes se percataron de que el paulista, además de un gran futbolista, también es una persona jovial y simpática. No en vano, a la conclusión del choque atendió amablemente a todos aquellos que le pidieron una foto.

Incluso algún jugador de Marianistas bromeó con Fabinho ofreciéndole un contrato para la próxima temporada en el equipo de Regional Preferente, algo que desató la sonrisa de los presentes dado que lógicamente no se cumplirá.

El brasileño también pudo conocer a lo largo del día los encantos de la capital alavesa, ya que se dejó ver por algún bar fotografiándose junto a sus dueños.