El estadounidense Dick Fosbury, campeón olímpico de salto de altura en 1968 y que revolucionó este deporte con una nueva técnica de espaldas que lleva su apellido, falleció el domingo a los 76 años, anunció este lunes su agente.

Fosbury fue el gran innovador del salto de altura. En los Juegos Olímpicos de México de 1968 asombró al mundo entero al saltar de espaldas, al contrario que el resto de atletas, que hasta ese momento sólo lo hacía de frente, con la técnica llamada rodillo ventral. Se hizo con el oro con nueve saltos con su nuevo estilo revolucionario.

Tras derribar el listón por primera vez a 2,24 metros, cuando ya se había asegurado el título, superó esa altura en su tercer intento antes de abordar sin éxito el récord mundial con 2,29.

Dick Fosbury ganó la final de salto de altura con 2,24 metros, seguido de su compatriota Edward Carutherns, con 2,22, y del soviético Valentin Gavrilov, con 2,20, quienes saltaron de la forma tradicional hasta entonces.

La imagen del estadounidense Dick Fosbury de espaldas sobre la varilla en la final de salto de altura fue una de las más hermosas de los Juegos Olímpicos de México de 1968.

Fosbury es uno de los deportistas más revolucionarios del siglo XX, un adelantado que a los 16 años no se adaptaba al estilo tijera ni al rodillo ventral y entonces aprendió a hacerlo de espaldas.

El "Fosbury flop", como llaman al estilo que marcó un antes y un después, tiene una primera fase en la cual el saltador describe una curva para luego girar de espaldas y con el brazo extendido buscar un arco lo más pronunciado posible para pasar al otro lado.

Al ganar el oro olímpico, Fosbury dio credibilidad a su nuevo estilo, que hoy en día utilizan todos los saltadores.

Con este estilo, en 1993 el cubano Javier Sotomayor se elevó sobre 2,45 metros para imponer el récord mundial y conseguir en Salamanca (España) una de las plusmarcas de más duración en la historia del atletismo.