La Escuela de Pelota Vasca Femenina para la Universidad del País Vasco ha recuperado el camino para la presente temporada. 18 sesiones, una por semana, cada miércoles, de febrero a mayo de 2023. Seis estudiantes del campus universitario alavés; cuatro vizcaínas, una guipuzcoana y una chavala de Barcelona, estudiante de farmacia, de intercambio en la UPV por estas fechas. Un grupo sin cerrar aún –llegará alguna más- y una actividad abierta a no universitarias, opción prevista por el Convenio que EHU-UPV y Federación Alavesa vienen firmando desde 2018. Es ésta, una más de las posibilidades que el Servicio de Deportes de la UPV y su técnico, Gorka González, ofrece a los estudiantes mientras permanezcan y pertenezcan al Campus Universitario de Álava. Con el paréntesis que provocó la pandemia, la actividad ha regresado este curso un cambio en el plan original. “Fue en su origen, Escuela de Mano para universitarias”, cuenta Mikel Rafael, director técnico de la FAPV y monitor del curso, “y es hoy Escuela de Pelota Vasca en sus diversas modalidades”. Además de a mano, las alumnas aprenderán a jugar a pala, frontenis, cesta y paleta argentina.

El escenario en el que trabajan las mujeres desde el pasado 1 de febrero es la cancha del trinquete Maitena del Complejo Beti Jai, al contrario que en las otras campañas, que lo hacían en pared izquierda. El curso terminará el último día del mes de mayo, el día 31, tras 18 miércoles, 18 sesiones de aprendizaje “donde las alumnas de la UPV conocerán algo más acerca de la pelota vasca, lo que les resultará enriquecedor, se van a divertir y lo pasarán bien”, asegura el maestro. “Mikel”, dice Olatz Sardón Nadal, bilbaína de 21 años, “es muy majo y se nota que prepara muy bien las clases”. “Sabe lo que se hace”, añade Paula Pérez Rey, también de 21 años, de Portugalete. Olatz no sigue la pelota pero “me apetecía probar con la pala”. De niña practicó el baloncesto, en el instituto, “y poco más”. Lo mismo que Paula, que jugó a buen nivel en el “Olibentza de Portugalete”. De pelota, “experiencia cero, nada”; en la familia “sólo el abuelo veía pelota por la tele”. “Nos apetecía algo nuevo, vimos qué se ofertaba en la UPV y nos apuntamos”, coinciden.

El grupo de pelota de la UPV comenzó con cinco integrantes. A última hora se les unió la barcelonesa Alba Torres Sosa, estudiante de farmacia de intercambio en Vitoria. “Algo así como un Erasmus interior de movilidad nacional”, aclara. La catalana, de acento bien marcado, pretende “conocer un poco más este deporte, del que nada sabía, ni lo que era un trinquete… nada”, y ahí está, “en un grupo donde lo paso fenomenal, de gente bien maja. Feliz”.

Jone Askasibar Solozabal y Ane Azkuenaga –Euskal Ikasketak ambas– son las únicas que han tenido cierto contacto con el mundo de la pelota. Ane, de Baracaldo, nació en el 99. Practica escalada, pilates y, muestra un interés “grande y lógico por la Euskal Dantzak” por cultura y amor a nuestro folclore. “Hice algo de pelota en la ikastola, al principio”, explica; “en general”, añade, “el deporte es una parte más del día a día, un complemento”. Le interesa la pala y quiere mejorar “un poco en todo”. Jone es la más joven del grupo. Nació en 2004 en Berriz, y juega a pala desde los 11 años; “en casa de la amama se seguía mucho la pelota, siempre me moví en este ambiente. Pilota oso gurea da; gure herrian erabat errotuta dagoen kirola da; gure tradizioen parte bat. Horregatik guztiz egokia, interesgarria eta normala iruditzen zait ikastaroa euskaraz izatea. Uste dut hori dela bide egokia”, horrela adierazi du Jonek.

Arabako Euskal Pilota Federazioak proposatzen dituen jarduera guztietan horixe da jokabidea: euskararen erabilera normalizatzea, uneoro; kirolaria pilotalekura sartzen denetik amaierara arte. Aldagelan zein kantxan; partiden aurretik, ondoren eta bitartean. Denona da apustua: kirolariena, epaileena, familiena eta harmailetan dagoen publikoarena ere bai. Pilotalekuan ere euskaraz! Denon artean: pilotari, entrenatzaile, epaile, delegatu, familia eta ikusle... euskaraz egin dezagun pilotalekuan!

Maialen Salaberria Telletxea, donostiarra de 2021, no pudo estar con el grupo el pasado miércoles; “está malita”, me dijeron las compañeras.

Las universitarias aprovechan que tienen las tardes libres para “hacer otras cosas, porque hay tiempo para todo” y el deporte es fundamental en sus vidas. “El deporte femenino”, coinciden todas, “ha dado un paso cualitativo los últimos años. Las pelotaris tienen sus campeonatos, salen por la tele… pero queda por hacer”.

Iniciativas como ésta, gracias al convenio de la EHU-UPV y la Federación Alavesa de Pelota, significan más posibilidades, nuevas opciones, un impulso mediante el cual las universitarias que estudian en nuestro campus pueden practicar cualquier deporte. Pelota en el caso que nos ocupa. Una oportunidad para aprender y mejorar en sus cuatro modalidades: mano, pala –goma y argentina-, cesta y frontenis. Un programa dispuesto para los miércoles de cinco a seis de la tarde de los próximos cuatro meses.

La pelota vasca como instrumento para hacer visible el deporte femenino en la universidad. Nuestro deporte, nuestra cultura, nuestra manera de ser y entender las cosas y en nuestro idioma. Una actividad para pasar el tiempo, para practicar deporte, para las relaciones y para disfrutar de la vida. Para aprender.