- “Esto es lo más”, reflexiona Erik Jaka (Lizartza, 1994). En el retrovisor se acoda una amalgama de imágenes que le llevan del presente al pasado. El domingo se clasificó para las semifinales del Manomanista. Un año antes, el 8 de mayo de 2021, estaba a punto de debutar con Baiko Pilota, empresa que se había hecho con sus servicios después de llegar a un acuerdo con Aspe y con el propio pelotari. Un día después, con motivo de uno de las funciones más grandes de la pelota a mano profesional, la de la final del Parejas, el lizartzarra se disponía a estrenar su nueva camiseta con la pompa y el boato de la ocasión. En mitad del compromiso: un dolor en el pecho, malas sensaciones. No pudo acabar el debut con la firma bilbaina. Del frontón Bizkaia de Bilbao directo al hospital IMQ Zorrotzaurre. Diagnóstico: pericarditis. Único tratamiento: parón total. Consecuencia: desaparecer de la ecuación del mano a mano y ser el primer manista de la historia que no puede defender el título. Mala fortuna.
“Viví cosas malas. Ahora me están tocando cosas buenas. Estoy de enhorabuena por ganar a Iñaki Artola, finalista de 2021. Él hizo bien su juego. Jugamos a lo que le interesaba. A base de sufrir y de casta pude sacar el partido”, disecciona el campeón de 2020, quien reflexiona que “cuando estás mal, le das muchas vueltas a la cabeza. He sufrido un montón este año, porque vuelves de una lesión y ves que no vas arrancando. Completas un par de partidos buenos y parece que estás mejor, pero la realidad te golpea fuerte. Es lo que me estaba pasando en esta larga temporada. Le estoy dando la vuelta con mucho trabajo, tanto de frontón como técnico o psicológico. Me siento mucho mejor; sobre todo, en el día a día. Estoy disfrutando de mi entorno, de mi profesión. Todo es más fácil así”.
Erik Jaka, un pelotari mágico y agresivo en los cuadros alegres, no tuvo suerte desde su reaparición tras el problema cardíaco. Empezó las hostilidades en el Masters CaixaBank junto al debutante Xabier Tolosa y no tuvieron suerte con los resultados. Quedaron últimos en la liguilla. En el Cuatro y Medio, una modalidad a la que se adapta como un camaleón, entró como cabeza de serie en cuartos de final. No superó la liguilla, cayendo en sus tres compromisos -ante Urrutikoetxea, Laso y Ezkurdia-. Afrontó el Parejas con ilusión junto a Jon Mariezkurrena. El de Berriozar arrastró problemas de manos y no terminaron de funcionar. Pelearon hasta la penúltima jornada por entrar en el play off.
Y llegó el mano a mano. La primera prueba, un ochomil, fue el bicampeón Iker Irribarria. A vida o muerte. Venció por 22-15. Suspiró. Después: tumbar a Rezusta (22-14), caer contra el mejor Laso (5-22) y derrotar a Artola in extremis (22-21). “En el mano a mano, desde que tuve la oportunidad de jugar en Primera, las cosas no me han ido mal. He podido conseguir una txapela, que no lo logran muchos. Viendo mis características se podría decir que es lo que menos me puede ir bien, pero intento dar el cien por cien en todas las modalidades”, desbroza el guipuzcoano. Las estadísticas son buenas: nueve victorias en doce partidos. Por el camino: la txapela de 2020 ante Jokin Altuna. “Me están saliendo las cosas mejor en el Manomanista que en otras competiciones y hay que aprovecharlo”, argumenta.
Joseba Ezkurdia será el rival de Erik Jaka el domingo en el frontón Astelena de Eibar. El navarro accede a las semifinales por primera vez desde 2019. En 2020 y 2021 fue apeado por Jokin Altuna en dos buenos encuentros. En esta edición, entretanto, ha vivido dos suspensiones: ante el campeón de Amezketa y Darío. “Ezkurdia llegará fresco. La mala suerte y el mal de manos ha sacudido el Grupo A. Joseba jugó un partido durísimo contra Zabaleta. Ganó 22-21 y se ha plantado en las semifinales. Estará rebosando fuerza y energía”, finaliza el lizartzarra. Ave Fénix. l
“Ezkurdia llegará fresco a la semifinal del domingo. Rebosará fuerza y energía”
Delantero de Baiko Pilota