- El presidente del Barcelona, Joan Laporta, negó en su comparecencia de ayer que la entidad azulgrana fuese “la culpable”, pese a admitir ser “los máximos responsables” de la entrada masiva de aficionados alemanes del Eintracht de Frankfurt al Camp Nou en la vuelta de los cuartos de final de la Liga Europa celebrada el pasado jueves. Una situación “caótica” que desbordó el mecanismo de control del club provocado por “la mala praxis” de algunos socios y el interés de grupos organizados en la reventa de entradas. En concreto, el club blaugrana tiene conocimiento del “mal uso” por parte de mínimo 7.800 abonados, que compraron la entrada con un 50% de descuento y, según una estimación del club, otros 7.000 dejaron acceder a los aficionados alemanes al fortín culé. Pese a ello, Laporta mostró su “gran decepción” y aclaró que no tienen la voluntad de “perseguir a nadie”.