- Yulimar Rojas llegó a los Mundiales de Belgrado como una de las grandes figuras. Favorita al oro y clara candidata a superar el récord mundial de triple salto, que ella misma tenía. Sin embargo, los pronósticos se quedaron cortos. La atleta venezolana voló sobre el estadio serbio y destrozó la plusmarca mundial, dejándola en un espectacular 15,74, 31 centímetros mejor que la marca anterior.
Sus rivales en el día de ayer solamente pudieron aplaudir la exhibición de la dominadora de la modalidad. La segunda clasificada, la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk completó un muy buen concurso y se ganó con merecimiento la plata, pero eso era lo único a lo que aspiraba, el oro estaba a un metro exacto de ella. A pesar de lo logrado, Rojas no se conforma y reta a la historia: “Es un claro ejemplo de que puedo pasar de los 16 metros. Quiero que me reconozcan como Yulimar Rojas, una chica humilde que salió de abajo y se hizo un nombre en la élite mundial. Me gustaría ser una de las más grandes”.
Otro de los nombres propios de este campeonato fue Armand Duplantis. El saltador de pértiga sueco estaba llamado a hacer grandes cosas y no decepcionó, logrando el oro y el récord del mundo (6,20 metros), superando en un centímetro la marca que él mismo ostentaba.
La jornada albergó varias pruebas de mucho nivel y entre ellas estuvo los 60 metros vallas, donde participó Asier Martínez. El navarro demostró que en las grandes citas es donde se crece, competitivo hasta la médula, y finalizó cuarto a solo cuatro centésimas del bronce. El vallista de Zizur consiguió pasar a la final igualando su mejor marca personal, 7,55, y lanzó un mensaje: “Ahora no tengo nada que perder”. Salió a por todas y, como acostumbra, yendo de menos a más logró superar rivales hasta quedarse a las puertas del podio. “Aunque me dé rabia estoy feliz. Ha sido una final bonita, la he disfrutado y aunque me haya quedado con esa espina estoy muy contento”, comentó Martínez. La victoria fue para Grant Holloway, que había batido el récord del mundo en las semifinales.