- Jon Rahm no renuncia a sus opciones en el Arnold Palmer Invitational, pese a que otra semana más su juego no está alcanzando su máximo nivel de eficacia. En cierta manera, se está repitiendo lo que ocurrió en The Genesis hace dos semanas. El juego del golfista de Barrika de tee a green está entre los mejores de los 120 jugadores que compiten en Bay Hill y, sin embargo, sus estadísticas con el putt le sitúan entre los peores. En un momento de la primera ronda, llegó a ser el peor y, aunque ayer mejoró algo sus prestaciones alrededor de las banderas, era el 109º en golpes con el putt. En dos jornadas ha perdido casi tres impactos en la definición respecto a la media, lo que ha estropeado todo el trabajo previo en un campo complicado, que castiga al jugador que se sale del camino recto.

Rahm firmó ayer dos golpes bajo par, otro registro que se quedó corto para sus méritos, y pese a ello quedó en el decimocuarto puesto, aunque a siete golpes del liderato provisional que, al cierre de esta edición, era del noruego Viktor Hovland, brillante en cambio en los greenes con casi cinco golpes ganados, y de Rory McIlroy, con nueve bajo par. El norirlandés ya ha ganado este torneo, lo mismo que Tyrrell Hatton o Adam Scott, otros jugadores que están el Top 10 y que obligan al barrikoztarra a buscar una vuelta baja hoy en la jornada de movimiento para llegar al domingo con mayores posibilidades de victoria.

Ayer, en un día con más viento que el jueves, el número de mundo vivió de nuevo los dos lados de la balanza. La primera mitad de su vuelta, empezando por el hoyo 10, fue excelente con tres birdies que podían impulsarle en la clasificación. Pero en el hoyo 1, regresaron los problemas con algunos golpes de aproximación imprecisos que le penalizaron tras buenas salidas. En cinco hoyos hizo tres bogeys por un solo birdie, alternando buenos putts con otros asequibles que no entraron. En el hoyo 8 logró otro birdie más y en el 9 no logró cerrar el día con otro desde una posición favorable. Al final, solo pudo restar un golpe en los cuatro pares 5 del recorrido de Bay Hill y eso supuso un freno a sus aspiraciones. Eso por no hablar del accidente del jueves que ha dado la vuelta al mundo cuando Rahm necesitó dos golpes para embocar desde 25 centímetros ya que en el primero golpeó la bola casi sin querer y apenas la movió.

En Bay Hill, el de Barrika ha continuado con el putter que estrenó en la cuarta ronda en Riviera, pero de momento no ha encontrado los resultados esperados. De todas formas, Jon Rahm aseguró ayer que no está preocupado. “No significa que las cosas vayan mal. Muchos putts han rozado el hoyo y no han entrado. Es golf”, comentó ayer. También reiteró que aunque el diseño de los palos sea distinto “no hay grandes diferencias entre ellos. Es más una cuestión visual para engañar un poco a la mente porque el movimiento debe ser el mismo”, apuntó pensando en mejorar su resultado el fin de semana.

También jugará hoy y mañana Sergio García, que en el mismo partido que Rahm calcó el resultado de dos bajo par tras una buena reacción en la segunda mitad de la vuelta que le permitió escapar de la línea de corte.