Mucho esfuerzo, ningún premio. El Fundación Vital Zuzenak se fue de vacío de un fin de semana con cerca de 29 horas de autobús para viajar a Albacete, donde disputaron el primer encuentro ante el Amiab, y después a Málaga donde se encontraron al Amivel en la matinal del domingo.

Con solo siete efectivos, el técnico Ieltxu Aginako tuvo que hacer malabares en sus rotaciones. El sábado ante el conjunto manchego fue un trámite ante el único equipo invicto de la competición.

Sencillamente no hubo partido. El 91-48 lo dice todo. Un 18-9 en el primer parcial, aventuraba un complicado duelo para los gasteiztarras ante un equipo con varios jugadores de la selección británica.

Albacete estuvo cómodo en todo momento. Está claro que no es un equipo de la liga del Zuzenak, que consiguió realizar balances y defensas en estático, de cinco por cinco, cosa que contra el Bidaideak de la semana pasada no pudo. A los alaveses les costó terminar algunas jugadas con defensas agresivas y recibió puntos en la pintura pero, aun así, el equipo mantuvo una defensa consistente. El gran porcentaje de Albacete hizo imposible que la mejora defensiva se reflejase en el marcador. Brilló José Leep en las filas vitorianas, que con 23 puntos fue el máximo anotador del choque.

Aún encajando la derrota, los siete jugadores y el cuerpo técnico se desplazaron a Málaga donde en menos de 12 horas tuvieron que afrontar el segundo partido del fin de semana, en este caso, aplazado en su día por covid. No fueron mejor las cosas ante el Amivel. Los vitorianos solo sumaron 32 puntos por 63 de los andaluces. El cansancio, la corta rotación y el agotamiento de viaje influyeron para no entrar bien al partido con un parcial de 11-4 en el primer cuarto. La losa de fallar tiros liberados en la primera mitad lastró mentalmente al equipo, que no pudo engancharse al partido.

Al descanso todo estaba ya resuelto ( 30-12). El tercer cuarto estuvo marcado por la facilidad reboteadora de los malagueños que propiciaron muchas segundas opciones. La presencia de David Ramos dio más confianza a los vitorianos, que recuperaron su rebote.

El último cuarto no tuvo historia. En el cierre del choque volvió el desacierto de Zuzenak que aprovechó Amivel para estirar el marcador hasta la máxima diferencia del choque. Ahora, el equipo debe recomponerse y recuperar efectivos de cara a duelos vitales por la permanencia. A pesar de seguir sin vencer, el objetivo por seguir en la máxima categoría del baloncesto en silla permanece intacto, a la espera de enfrentamientos directos.