María Ascasso ha vuelto a conseguir un hito significativo en su carrera como esgrimista. La tiradora vitoriana del Club de Esgrima Gasteiz, de 30 años y oficial de notaría de profesión, participa entre hoy y mañana en la Copa del Mundo prevista en Barcelona.

Será la tercera vez que se deja ver en un evento de estas características, aunque lo cierto es que si no fuera por la falta de medios económicos podría haber tomado parte en muchos más dado el notable crecimiento que ha experimentado en este deporte bajo la batuta del técnico gasteiztarra Iñaki García.

Tras adjudicarse el pasado fin de semana el oro en la prueba autonómica de la Liga Vasca compartiendo podio con sus compañeras del CEGA (Maialen Baldeón y Claudia Larrad) -algo que sirvió para refrendar que es la reina de Euskadi con la espada-, Ascasso puso ayer rumbo a la Ciudad Condal con la ilusión de hacer un digno papel.

La vitoriana, que acumula más de tres lustros dedicada en cuerpo y alma a la esgrima, es actualmente la número 19 del ranking de la Real Federación Española de Esgrima, cuya normativa permite a las 20 mejores acudir a este tipo de pruebas, donde siempre se congrega lo más granado de este deporte tan exigente en el plano físico y mental.

“Para mí, el simple hecho de poder ir ya es un premio. Como se consigue realmente un buen nivel en la esgrima es tomando parte en competiciones de este calado. El problema es que cuesta mucho dinero poder ir a las cinco pruebas de la Copa del Mundo. Esta vez sí he podido porque es aquí cerca en Barcelona”, subraya Ascasso en conversación con este periódico de camino a Barcelona.

La falta de patrocinadores que le ayuden a sufragar los elevados gastos que implican los vuelos o las pernoctaciones en hoteles le han impedido, por ejemplo, acudir a China o La Habana (Cuba). Sí pudo hacerlo en una ocasión a Francia dejando bien alto el pabellón y demostrando lo mucho que ha crecido como deportista durante estos años en la sala de esgrima del centro cívico de Salburua. Allí se entrena por espacio de tres días a la semana, aunque en casa también efectúa un trabajo personalizado cada vez que sus obligaciones laborales lo permiten.

La Copa del Mundo de Barcelona contará con la presencia de cerca de trescientas deportistas de todo el mundo. Todas ellas han sido distribuidas en grupos de siete competidoras, que rivalizarán en asaltos a cinco tocados.

Ascasso se medirá a tiradoras rusas, colombianas o serbias con un objetivo claro entre ceja y ceja. “Voy a hacerlo lo mejor posible. Un podio es ciertamente inalcanzable por el gran nivel que hay, pero al menos me gustaría pasar a la segunda fase. Para ello necesito dos o tres victorias”, confiesa la gasteiztarra, quien no pone límites a su ambición pero sí hace un llamamiento a empresas del territorio e instituciones para recibir apoyo a nivel económico. El mismo problema que acecha a tantas y tantas deportistas locales que practican deportes minoritarios.

“Un podio es imposible por el gran nivel que hay, pero me gustaría pasar a la segunda fase”

Tiradora del Club de Esgrima Gasteiz

“Competir en una prueba de la Copa del Mundo cuesta dinero y no siempre es posible”