El tenista Rafa Nadal peleará el domingo por conquistar su vigesimoprimer título de 'Grand Slam' después de clasificarse este viernes para la final del Abierto de Australia tras derrotar en las semifinales al italiano Matteo Berrettini en cuatro sets por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3, y se medirá en busca de hacer historia ante el ruso Daniil Medvedev, verdugo del griego Stefanos Tsitsipas (7-6, 4-6, 6-4, 6-1).

El jugador balear jugará su sexta final en Melbourne en busca de su segundo título tras el logrado en 2009 después de deshacerse del de Roma en casi tres horas de un encuentro que dominó con mucha seguridad hasta el último tramo del tercer parcial, momento en el que su rival despertó y ofreció su mejor versión para complicar las cosas.

Sin embargo, el ganador de 20 'grandes' supo aguantar aferrado a su servicio y esperó pacientemente a que apareciese su oportunidad al resto que no desperdició para conseguir una rotura clave y llevarse el pase a la final donde se medirá al ganador del duelo entre el ruso Daniil Medvedev y el griego Stefanos Tsitsipas, sus últimos obstáculos para intentar hacer historia en la que será su vigesimonovena final de 'Grand Slam'.

Nadal jugó un gran partido, seguramente el mejor de toda su andadura en el torneo, sólo empañado por el despiste del tercer set, al que sacó un gran rédito un Berrettini que mejoró ostensiblemente tras haber sido desactivado en los dos primeros de forma clara y ser incapaz de encontrar su mejor tenis.

El italiano, al que le favorecía inicialmente jugar con la Rod Laver Arena techada por la lluvia, no fue capaz de inquietar al mallorquín en esas dos mangas iniciales, donde fue víctima de la solidez y táctica del balear, que castigó continuamente su revés a dos manos, con el que terminó acumulando 19 errores no forzados desde el fondo de pista.

Además, ni su poderoso 'drive' ni su saque le ayudaron hasta pasado el tercer parcial y el encuentro transitó por donde quiso casi siempre un Nadal, en su versión de grandes citas y con apenas errores en los dos primeros sets (7 de los 19 totales).

El campeón de 2009 se mostró muy fino y recuperado del esfuerzo de los cuartos de final ante el canadiense Denis Shapovalov y los efectos que le provocó un golpe de calor. Con sus piernas con energía y su saque, 'drive' y, sobre todo, su revés a dos manos cruzado funcionando, parecía que no tendría problemas para meterse en la final.

Berrettini sufrió con su segundo saque y eso le costó ir siempre a contracorriente y con prisas. Nadal rompió a las primeras de cambio en los dos primeros sets y sin ofrecer apenas resquicios con el servicio se puso dos sets arriba antes de la hora y media de partido.

Todo parecía bien encaminado para el tenista balear cuando el italiano consiguió asentarse mucho más en la pista. Consiguió afinar su servicio y su juego desde el fondo de la pista, lo que le permitió por primera vez ir al menos por delante en el marcador.

BERRETTINI APRIETA, NADAL AGUANTA

El séptimo cabeza de serie pudo apretar y que el contador de errores no forzados de su oponente fuese subiendo paulatinamente, pero aún le faltaba hacer algo más de daño al resto. Nadal no estaba ya tan cómodo, pero se mantenía dentro del encuentro, que cambió en el octavo juego. El de Manacor perdió su servicio y el romano no lo desaprovechó para cerrar el set y coger fuerzas.

Berrettini creció en la Rod Laver Arena y ofreció las credenciales que le han llevado a codearse con los mejores del mundo. El saque y la derecha martillearon al español, que tampoco encontraba ahora tanta ayuda en el revés a dos manos del italiano, pero que aún así volvió a tirar de su experiencia y de su saque como ante Shapovalov para ser ahora el que metía presión mandando siempre en el marcador.

Nadal aguantó pese a que el partido se empinaba a la espera de que el italiano bajase algo el nivel. Y esto sucedió en el octavo juego, con dos errores con el 'drive' y unas bolas de 'break' que el balear no desperdició para romper y poner rumbo al sueño del vigesimoprimer 'grande' y de agrandar su leyenda.

Esto pasa ahora por imponerse al ruso Daniil Medvedev, primer favorito tras la ausencia del serbio Novak Djokovic y número dos del mundo, que le cerró el paso a la final por segundo año consecutivo al griego Stefanos Tsitsipas.

El de Moscú necesitó dos horas y medio para imponerse por 7-6(5), 4-6, 6-4, 6-1 al de Atenas, un duelo donde supo mantener la calma y recuperar su mejor tenis tras perder los nervios con el juez de silla tras encajar un 'break' con 4-4 en el segundo parcial.

El finalista de 2021 llamó "estúpido" al juez catalán Jaume Campistol y le vociferó que le mirase "a la cara" por no sancionar al padre de su rival por hacer 'coaching'. Medvedev, que se disculpó al final del choque, terminó por perder el set, pero a partir de ahí fue elevando su nivel para desarbolar a Tsitsipas y sacar el billete para su cuarta final de 'Grand Slam', la segunda en Melbourne.

Las otras dos han sido en el Abierto de los Estados Unidos, la de 2021 con la que estrenó su palmarés en 'grandes' y la de 2019, muy recordada precisamente por perderla ante Rafa Nadal en cinco mangas y después de casi cinco horas (7-5, 6-3, 5-7, 4-6 y 6-4). El del domingo será el quinto enfrentamiento entre ambos, con hasta ahora sólo un triunfo para el ruso, en el último, en las semifinales de las Finales ATP de 2020 (3-6, 7-6, 6-3).