- Al menos ocho personas murieron el lunes por la noche y 38 resultaron heridas en una avalancha de aficionados a la entrada del estadio Olembe, en Yaundé, antes del inicio del partido de los octavos de final de la Copa África entre la selección anfitriona, Camerún, e Islas Comoras, según confirmó el Gobierno camerunés. En un comunicado publicado ayer por la radiotelevisión estatal de Camerún, el ministro de Comunicación, René Emmanuel Sadi, precisó que, entre los heridos, 31 sufren lesiones leves y siete se encuentran en estado grave.
Esas cifras oficiales son superiores a las seis víctimas mortales reportadas, en un principio, por los medios de comunicación locales. Además, subrayó Sadi, el presidente camerunés, Paul Biya, ordenó la "apertura de una investigación" para esclarecer "este incidente trágico", y envió sus "condolencias" a los familiares de las víctimas.
El suceso ocurrió unos 45 minutos antes del comienzo del partido, cuando los aficionados empujaron una de las barreras de entrada al estadio, según explicó el gobernador regional, Paul Bea. La Confederación Africana de Fútbol (CAF) manifestó, por su parte, que "está investigando la situación y tratando de obtener más detalles sobre lo que sucedió". "Estamos en constante comunicación con el gobierno de Camerún y el Comité Organizador Local", añadió la institución.
Pese al trágico incidente, el partido se disputó sin problemas. Sobre el césped, Camerún se clasificó para los cuartos de final después de ganar 2-1 a Islas Comoras, que no pudo superar las innumerables adversidades que sufrió antes y durante el encuentro y que terminaron con su sueño de seguir con vida en la competición.
La lista de adversidades fue muy larga: primero, jugaba contra el anfitrión; segundo, Camerún no perdía como local desde hace 20 años; tercero, el portero fue el lateral izquierdo Chaker Alhadhur, que jugó bajo los palos porque el covid-19 afectó a dos guardametas de Comoras mientras el otro estaba fuera por lesión; cuarto, el propio Alhadhur solo había disputado este curso un encuentro en las filas del Ajaccio; y, quinto, Nadjim Abdou vio la tarjeta roja más rápida de la historia de la competición tras pisar con sus tacos el tobillo izquierdo de Nicolás Moumi a los cinco minutos.
La salida del campo de Abdou fue la guinda que coronó el pastel de las desgracias de Comoras, que hace solo unos días, tras alcanzar los octavos de final después de superar a Ghana 2-3, abordaba con ilusión una eliminatoria histórica.