- Novak Djokovic sigue entrenándose en Melbourne con la intención de ponerse a punto para la disputa a partir del lunes del Abierto de Australia, donde su intención es defender el título y lograr su 21º Grand Slam. El tenista serbio trata de manejar estos días previos con la mayor normalidad posible mientras su caso sigue en manos de las autoridades australianas, que están estudiando hasta el más mínimo detalle de la documentación aportada por el número 1 del mundo para poder ingresar en Australia sin estar vacunado. Y por ahí están apareciendo nuevos detalles que, al margen de otros calificativos buenos o malos que se haya ganado Djokovic por su posición ante la pandemia, amenazan con colgarle la etiqueta de mentiroso, algo que a la hora de rellenar papeles oficiales le puede costar caro hasta el punto de ser considerado un peligro para la salud pública.
Por un lado, juegan en su contra las imágenes en las que se le ve en actos promocionales en Belgrado en los dos días posteriores a dar positivo por covid, según la versión que ofreció a las autoridades fronterizas australianas. Por otro, existen dudas sobre el documento donde se refleja su positivo en la PCR del 16 de diciembre ya que un reportero de New York Times descubrió que el código QR daba dos versiones diferentes. También el medio alemán Der Spiegel habla de que ese documento podría estar falsificado ya que la fecha de su contagio real sería el 26 de diciembre. Y, al final, Djokovic declaró que no había viajado en los 14 días anteriores a su ingreso en Australia y se le vio, porque él no lo ocultó, en Marbella y en Belgrado en los últimos días de 2021 y los primeros de 2022 antes de emprender el desplazamiento a Melbourne. Al parecer, el tenista serbio delegó en Tennis Australia y en sus agentes la cumplimentación de sus documentos de viaje y esos errores u omisiones están siendo escrupulosamente analizados por el Ministerio de Inmigración antes de tomar la decisión de deportar al jugador, que puede ser el menor de los males para Djokovic, que se expone a una sanción de un año de cárcel si se confirma la falsedad documental.
A la espera de esa decisión de las autoridades federales que será definitiva y que se espera para mañana como muy tarde, se siguen sucediendo las opiniones favorables o contrarias al jugador serbio y aparecen otros testimonios que comprometen a la organización del primer grande del año. Así, la checa Renata Voracova ha anunciado que demandará a Tennis Australia ya que fue expulsada del país pese a contar con el mismo visado que el serbio. Asimismo, a la rusa Natalia Viklyantseva no le fue permitido participar en el torneo ya que está vacunada pero con Sputnik, un suero que no está autorizado por el gobierno australiano.
De momento, el Abierto de Australia anunció sus cabezas de serie y Djokovic figura en el primer lugar con Rafa Nadal en sexta posición. Si el serbio no participa, todos subirían una plaza y cambiaría la correlación de fuerzas, aunque el balear seguiría teniendo rivales complicados en cuartos de final. En el cuadro femenino, Garbiñe Muguruza será la tercera cabeza de serie por detrás de Ashleigh Barty y Aryna Sabalenka.