Definitivamente el Kutxabank Araski vive el momento más bajo de la actual temporada. La dura derrota del pasado sábado ante el Estudiantes, que le infligió un severo correctivo en Mendizorroza por 57-93 tras un partido que ya estaba resuelto desde el primer cuarto, puso de manifiesto los graves problemas que asolan al equipo de Madelén Urieta, que no solo ha perdido sus tres últimos compromisos de la Liga Femenina sino que, además, está siendo incapaz de competir.
Antes de ser superado ampliamente por las colegiales, el Araski cosechó otras derrotas dolorosas en casa ante el Perfumerías Avenida (44-92) y el Lointek Gernika (69-47) en el derbi vasco. Por tanto, una dinámica muy negativa que está coincidiendo con algunos problemas físicos en la plantilla como la lesión de la base Izaskun García -algo que ha dejado a María Asurmendi como único recurso en la dirección- y el discreto rendimiento de jugadoras que debían brindar un plus esta temporada como Katarina Zec, Julia Gladkova o Bea Sánchez.
Como consecuencia de ello, un objetivo que hacía mucha ilusión al comienzo del curso como la presencia en la Copa de la Reina -prevista en la Fonteta de Valencia del 24 al 27 de marzo- pende de un hilo en la actualidad. Las alavesas marchan undécimas, eso sí con las mismas victorias que algún equipo clasificado momentáneamente para el torneo como el Estudiantes y el IDK Euskotren, precisamente el último rival ante el que consiguió una victoria a mediados de noviembre.
Quedan tan solo cuatro batallas hasta el final de la primera vuelta, momento en que se efectuará la criba para conocer la identidad de los conjuntos clasificados para la Copa de la Reina. El Kutxabank Araski jugará dos partidos en casa (Baxi Ferrol y Valencia Basket) y dos fuera (Zaragoza y Durán Maquinaria Ensino). Salvo la visita de las taronjas a Vitoria, el calendario parece asequible, aunque las sensaciones deberán mejorar de forma ostensible.