“Sales con la calculadora en la cabeza en vez de estar centrado en tu juego”, desvela Esteban Gaubeka, experto en mil batallas, que se ha asomado al abismo de un Urrezko Pala Pro en el que se repartieron en el último instante los puestos para la final que se celebra el sábado, a partir de las 17.00 horas. Por algo es el campeonato más especial del curso palista profesional. La fase regular ha sido la más equilibrada desde que se instauró el formato de puntuación individual y los cambios semanales en las combinaciones. Tal fue el vaivén que pelotaris como Asier del Río, Pablo Fusto o Iñaki Urrutia, que lo tenían en la yema de los dedos, acabaron cediendo en un último episodio de infarto. No apto para cardíacos. “Ha sido el torneo más igualado de los últimos años”, cuentan los protagonistas.
Incluso la confección de las parejas que se enfrentan por el título quedó mediatizada por apenas un tanto. Esa fina línea alineó a Dan Necol y al delantero de Armintza, que aspira a anotarse su tercer título seguido en Mungia, como primer y segundo delantero, respectivamente. “En esos momentos sales demasiado tensionado. Por suerte, hice lo que tenía que hacer”, continúa el veterano.
En cualquier caso, es el momento de desencadenarse de las matemáticas y olvidar el tránsito a través de la incertidumbre. “Ahora toca hacer nuestro juego. Estoy contento y con ganas”, apostilla Gaubeka. El vizcaino comparte gerriko con Iker Gordon, que pasó del cuarto puesto al segundo en las dos últimas jornadas. Del infierno al cielo. Las sensaciones eran buenas, pero no terminaban de llegar los resultados. Se encontraba bien. “Sabemos que tendremos que trabajar”, define el sopelarra, quien esgrime que “ellos van de colorado, ellos son favoritos”.
No en vano, en la acera de enfrente se acodan dos palistas dotados y con grandes cualidades. Dan Necol marca diferencias con una derecha portentosa y ha brillado en sus comparecencias. “Será un partido difícil. Esteban se adapta muy bien al frontón de Mungia e Iker estuvo muy bien en su último partido. Tengo suerte de jugar con Ibai”, relata. Será su primera final del Urrezko Pala Pro. Ibai Pérez, por su parte, ha rayado “de menos a más”. El campeón del Individual quiere el doblete. “Estamos en un buen momento. Estamos fuertes”, especifica el zaguero de Sestao. “En 2020 me quedó la espinita de no ganar la txapela -perdió junto a Garate contra Gaubeka-Ibargarai- y espero quitármela el sábado”, añade el guardaespaldas de Ezkerraldea.
“SOLO DOS PELOTAS BLANCAS”
Por otro lado, tras la liturgia con el material de ayer, Gordon destacó que “había veinte pelotas entre las que se encontraban solo dos blancas, que es el material que nos viene mejor a nosotros. El resto eran apergaminadas. Si hubiera habido tres blancas, nos habríamos decantado por ellas. Sin embargo, hemos tenido que coger una igual que las tres de Necol-Ibai”. Es decir, solo habrá dos cueros de su “gusto”. Además, Pérez reconoció que “había bastante pelota viva”.