Tania Calvo hizo ayer su debut en el Europeo de pista en Grenchen (Suiza). La fondista vitoriano aspiraba a estar entre las mejores en la modalidad de Scratch, pero finalmente tuvo que conformarse con un discreto duodécimo lugar que no satisface sus expectativas.
La medalla de oro fue para la británica Katie Archibald, la gran favorita que cumplió los pronósticos y se proclamó campeona continental por décimo quinta vez en su carrera. Por detrás de ella finalizaron Valentine Fortin y Daria Pikulik. Dicha prueba consiste en dar 40 vueltas al velódromo y completar un total de diez kilómetros sobre la bicicleta.
Sin embargo, aquí no se detiene la participación de Calvo en el Europeo. Y es que también tiene previsto tomar parte este viernes en la prueba de puntuación y el sábado en Madison junto a Eukene Larrarte. En dichas modalidades espera firmar un mejor papel y despedirse así con un gran sabor de boca del Europeo, donde vuelve a estar presente la flor y nata del ciclismo en pista.
La vitoriana, que decidió reconvertirse en fondista la pasada temporada tras haber apostado antes por las carreras de velocidad, ha sido una de las corredoras convocadas por el seleccionador Juan Martínez Oliver para este evento. Previamente ha estado concentrada en el velódromo Luis Puig de Valencia. Calvo llegaba a tierras helvéticas en un gran estado de forma después de proclamarse en agosto campeona de España en Galapagar en dos disciplinas distintas. Primero lo hizo en la persecución individual y más tarde en scratch, aunque lógicamente el nivel de sus rivales ahora es más alto.