- El karateka Damián Quintero se colgó la plata olímpica en Tokio. El malagueño fue derrotado en la final por el actual campeón del mundo, Ryo Kiyuna, que con una exhibición de fortaleza física, obtuvo un total de 28,72 puntos ante los 27,66 de Quintero. El malagueño intentó contrarrestar el kata Ohan Dai que realizó el japonés con un Suparinpei, dos ejercicios de estilo muy distintos, pero no fue suficiente para conseguir el oro. Las medallas de bronce se las repartieron el estadounidense Ariel Torres y el turco Ali Sofuoglu.
Quintero tenía la plata asegurada desde la tanda clasificatoria de la mañana, donde dominó con solvencia sus dos rondas, consiguiendo su billete a la final en un Nippon Budokan abarrotado de banderas y uniformes de Japón para apoyar a Kiyuna. Tras la actuación de los dos karatekas en la ronda decisiva, el malagueño se vio superado tanto en técnica (20,02 por 19,32) como en prestaciones físicas (8,70 por 8,34), repitiéndose el resultado del último campeonato Mundial, celebrado en Madrid en 2018. A pesar de no haber podido superar al que lleva años siendo su rival, Quintero se mostró radiante al terminar su ejercicio. “Prometí que quería venir a los Juegos Olímpicos a disfrutar, y lo he disfrutado como un enano”, afirmó. “Cuando he subido al tatami esta mañana me he encontrado espectacular”, insistió el malagueño nacido en Buenos Aires, que con su impecable técnica y movimientos ha asombrado al país cuna del kárate.
El entrenador de Quintero y de la campeona olímpica Sandra Sánchez, Jesús del Moral, explicó que era consciente de que su pupilo se medía a “un rival de gran potencia y fuerza física”. Por esa razón, el subcampeón comentó que “buscaba un kata más técnico y con más sentimiento” para la final. “El objetivo es que han estado en las dos finales y hemos hecho casi dos plenos”, destacó radiante el seleccionador, que mañana verá cómo los dos karatekas serán los abanderados de España en la ceremonia de clausura de los Juegos, poniendo a esta disciplina deportiva en lo más alto: “El karate tiene mucho que ofrecer como filosofía y armonía, algo que nos hace falta en la sociedad”.