- Si alguien esperaba que Joan Laporta se sacara ayer un conejo de la chistera para evitar la marcha de Leo Messi, pues se equivocaba. El presidente del Barcelona no puso paños calientes a la delicada situación que atraviesa el club y que le ha obligado a desprenderse del mejor jugador del mundo. La entidad blaugrana no ha tenido más remedio que romper las negociaciones con el jugador argentino, que ahora busca un equipo con las arcas saneadas que permita cubrir su millonaria ficha. “Las razones por las que hemos llegado a esta situación son razones objetivas muy claras. La situación económica en la que se encuentra la entidad comportaba ciertos riesgos que Leo Messi siguiera, pero estábamos dispuestos a asumirlos. Después de los resultados de la auditoria no podríamos poner más en riesgo a la entidad, no tenemos margen salarial. No hemos tenido tiempo de reconducir la institución. Hay contratos en vigor que si se resuelven unilateralmente también comporta riesgos”, lamentó Laporta, que adelantó unas pérdidas de 487 millones de euros (preveía que fueran de unos 200).

El presidente del Barça acusó directamente a la anterior directiva de la actual situación: “Lamentablemente hemos recibido una herencia nefasta. Eso ha hecho que la masa salarial del club represente un 110% respecto a los ingresos. No tenemos margen salarial. Las normas de LaLiga pasan por un fair-play financiero que marca unas limitaciones. Los números que muestran la auditoría son mucho peores de lo que nos habían dicho y lo que nosotros habíamos previsto según lo que nos comunicaron oficialmente. Eso hace que con los contratos deportivos vigentes tengamos esta masa salarial tan por encima. Sin el contrato de Messi los contratos deportivos representan el 95% de los ingresos. El ratio que tenemos de límite salarial es de 4-1. Para entrar 25 millones de salario tenemos que liberar 100. Eso es mucha reducción”.

Laporta explicó que la única posibilidad de inscribir a Messi pasaba por aceptar el acuerdo de LaLiga con el fondo internacional CVC, dispuesto a inyectar 2.700 millones de euros en la competición y que permitía ampliar al Barcelona en un 15% la partida dedicada a la masa salarial de la plantilla. “El acuerdo (con CVC) para recibir ese dinero el Barça tenía que hipotecar por medio siglo parte de los derechos audiovisuales del club, y no es lo que necesita la entidad. No estoy dispuesto a hacer eso por nadie. La norma de LaLiga creemos que tenía que ser más flexible, pero no es excusa porque la conocíamos y no la podríamos cumplir por la herencia que hemos recibido”, aseveró el máximo responsable del conjunto catalán, que advirtió de que “el Barça está por encima de entrenadores, presidentes, y jugadores, e incluso del mejor del mundo, del que hemos podido disfrutar muchos años y se lo agradecemos. Le estaremos agradecidos eternamente, pero la entidad está por encima de todo. Estoy triste pero convencido de que hemos tomado la mejor decisión para el Barcelona”.

Lo que sí parece claro es que el club tendrá que acostumbrarse a vivir sin el astro argentino, de quien Laporta se deshizo en elogios e insistió en que se merece el reconocimiento eterno de la institución: “El homenaje a Messi será el que él quiera y le apetezca hacer”.

Equipo de ensueño. Mauricio Pochettino, entrenador del PSG, habló ayer sobre los rumores que sitúan a Leo Messi en el club parisino y dijo que “por supuesto es una posibilidad” en la que el director deportivo, Leonardo, y el presidente, Nasser Al-Khelaifi, están trabajando. “Si hay algún tipo de información lo comunicaremos con la mayor brevedad posible”, agregó el técnico argentino en rueda de prensa, sin dar más detalles sobre el asunto. Según la prensa francesa, el equipo de ensueño que el PSG formaría si logra fichar a Messi encuentra dos grandes obstáculos: el alto salario del argentino, estimado en unos 80 millones de euros anuales, y la prioridad del presidente en renovar a Kylian Mbappé.