- Asier Martínez Etxarte (22/4/2000) terminó sexto en la final de los 110 metros vallas en los Juegos Olímpicos de Tokio en una espectacular carrera en la que volvió a mejorar su marca personal, haciendo de nuevo récord navarro y de España sub-23 (13.22). El de Zizur se quedó a tan solo doce centésimas de las medallas en una final tremendamente igualada en la que la victoria fue para el jamaicano Hansle Parchment (13.04), seguido del estadounidense Grant Holloway (13.09) -que era el gran favorito- y del también jamaicano Ronald Levy (13.10).
Asier Martínez fue el segundo en ser presentado sobre la pista del Estadio Nacional de Tokio. Concentrado, mirando al suelo y abrochándose el mono. Comprobando que todo estuviera en orden para demostrar una vez más su increíble capacidad competitiva, esa que le permite mejorar su rendimiento en cada carrera en una progresión que parece no tener límites.
Por la calle dos, alejado de la batalla en las calles centrales y centrado únicamente en su pasillo, Asier Martínez hizo por segundo día consecutivo la mejor carrera de su vida, mejorando en cinco centésimas su marca de las semifinales (13.27).
El navarro mezcla la tranquilidad y la regularidad de todo un veterano con el descaro propio de la juventud. No se pone nervioso. Estaba en una final olímpica, pero corrió con la misma seguridad y naturalidad con la que lo hace en cualquier entrenamiento junto a sus compañeros en Larrabide.
El de Zizur llegaba con el séptimo mejor tiempo de las semifinales y con el peor registro de los participantes tanto en marca personal como de la temporada. Corría por la calle dos, por el lateral, como si fuera un actor secundario. Pero, como siempre, iba a dar mucha guerra. Nadie le esperaba en Tokio y eso le permitió disfrutar y correr sin presión hasta consagrarse como uno de los mejores vallistas del mundo.
En Tokio voló liberado después de muchos meses de trabajo y sufrimiento para alcanzar su sueño. Primero para hacer la mínima, luego para ganar el Europeo sub-23 y, por último, para evitar una lesión o un inoportuno contagio en las últimas semanas. Su vida ha cambiado mucho en el último año, pero sigue siendo el mismo atleta humilde que saltaba sillas en el garaje de su casa junto a su hermano durante el confinamiento. Y sacó su mejor versión en el mejor escenario posible.
Salió bien, con un tiempo de reacción de 0.155 segundos y unos firmes primeros siete apoyos, pero siempre pierde algunos metros ante la mayor explosividad de sus rivales y afrontó en última posición la primera valla. Le cuesta arrancar, pero cuando se pone en marcha es como un reloj suizo. Con una técnica depurada y un ritmo frenético que fue acelerando hasta lograr una velocidad máxima de 33.9 kilómetros por hora. La segunda parte de la prueba es su fuerte: cuando el resto clava, él remonta. Y lo volvió a hacer. En la cuarta valla, ya había adelantado al francés Manga y estaba emparejado con el británico Pozzi, que corría por su derecha, en un frenético duelo que se prolongó hasta el último obstáculo.
En los metros finales, el navarro se despegó del británico y llegó a acercarse al grupo de los mejores en el que se terminó imponiendo por sorpresa el jamaicano Parchament (13.04) por delante del líder mundial del año Grant Holloway (13.09), sin duda el gran derrotado.
Asier Martínez terminó sexto y el segundo europeo, tan solo por detrás de uno de sus ídolos, el francés Martinot-Lagarde, que fue quinto. El navarro acabó exhausto y se quedó sentado sobre el tartán un buen rato intentado asimilar todo lo vivido en una temporada de ensueño que termina con un diploma olímpico y una inmejorable carta de presentación junto a la élite del atletismo mundial en su estreno en unos Juegos.
Final de los 110 metros vallas
6. Asier Martínez (ESP)13.22
Nueva marca personal. Asier Martínez volvió a mejorar su marca de las semifinales (13.27), con un espectacular 13.22, nuevo récord navarro y de España sub-23.