arlota Ciganda está disfrutando de su segunda experiencia olímpica. La golfista de Ultzama llegó a Tokio el pasado fin de semana y mañana iniciará la competición, pero en todo el tiempo que pasa entre una cosa y otra la oportunidad no se puede desaprovechar ya que “me encanta estar en la Villa Olímpica, coincidir con los jugadores de baloncesto, los de balonmano y otros deportes”. “Me lo estoy pasando genial porque me gustan todos los deportes y el ambiente está muy bien. Tengo muchas ganas de jugar”, comenta la navarra después de realizar un madrugador primer contacto con el recorrido de 18 hoyos de Kasumigaseki, “un campazo”, según ella misma y su compañera de equipo, la malagueña Azahara Muñoz, ya habían comprobado tras seguir la última vuelta de los hombres. Anunciaban tormenta para el mediodía de ayer en Tokio y eso y el calor aconsejaban jugar solo nueve hoyos y evitar gastar energías.
“Creo que beneficia a las jugadoras que pegan largo porque si dejas la bola en la calle, puedes emplear palos más cortos para llegar con más precisión a unos greenes que están muy movidos por zonas. Por lo demás, el campo está en perfectas condiciones”, explica Ciganda. Muñoz, por su parte, coincide en la necesidad de “jugar a la calle porque el rough está muy duro”.
Hace cinco años en Río, Carlota Ciganda acusó la inexperiencia y acabó lejos de las medallas y los puestos de honor y ahora llega a la cita japonesa “en un año en el que no estoy logrando los resultados que me gustaría. Creo que mi juego está mejor que los resultados, pero así es el golf y hay que seguir trabajando e intentándolo”. Con solo un Top 10 este año, el séptimo puesto del HSBC Women’s World Championship de finales de abril, la jugador navarra se receta “paciencia” ya que asegura que “estoy pegando muy bien a la bola”. “Llego descansada, he estado unos días en casa y creo que estoy en buenas condiciones, fresca mentalmente, para un torneo que va a ser duro. Voy a intentar darlo todo y estar arriba”, añade.
Pero no lo tendrá sencillo en una cita en la que están representados 36 países y participan varias de las mejores jugadoras del mundo, que quieren aprovechar la mayor exposición mediática que tiene el golf en los Juegos Olímpicos. En el caso de las mujeres, la mayoría de las grandes favoritas son asiáticas o anglosajonas de ascendencia asiática y eso las convierte en deportistas muy seguidas en aquella parte del mundo.
En la lista de inscritas figuran las tres ocupantes del podio olímpico de hace cinco años: la coreana Inbee Park, segunda del ranking mundial, la neozelandesa Lydia Ko y la china Shanshan Feng. Pero la nómina de favoritas incluye también a las otras tres coreanas, Jin Young Ko, Sei Young Kim y Hyo-Joo Kim, que son la tercera, cuarta y sexta del mundo, y al poderoso cuarteto estadounidense, motivado además por el hecho de que Xander Schauffele se hizo con el oro masculino. Las hermanas Jessica, número 1 del mundo, y Nelly Korda, Danielle Kang y Lexi Thompson formarán un bloque duro de pelar.
Son, en total, 36 de las 100 mejores las que estarán en el tee de salida de Kasumigaseki con otros nombres destacados como la canadiense Brooke Henderson, la australiana Minjee Lee, la tailandesa Ariya Jutanugarn, la japonesa Nao Hasaoka o la filipina Yuka Saso, que buscarán protagonismo ante la batería de europeas: las suecas Anna Nordqvist y Madeleine Sagstrom, la francesa Celine Boutier, las alemanas Sophia Popov y Caroline Masson o la británica Melissa Reid.
El golf femenino tiene mucho seguimiento en Asia y en esta cita la mayoría de las principales favoritas son de ese continente
“Le estoy pegando bien a la bola y mi juego está mejor que mis resultados”, asegura la golfista de Ultzama, que quiere “darlo todo”