- Virginia Díaz y Aina Cid se han ganado en los últimos tiempos a pulso la fama de protagonizar grandes remontadas, pero en la final olímpica de remo de dos sin timonel no pudieron hacer gala de esa etiqueta y tuvieron que conformarse con la sexta posición final. No consiguieron medalla pero sí un diploma olímpico que confirma su notable nivel. “Lo hemos intentado y hemos trabajado para ello, pero hoy no ha sido el día”, afirmó tras la prueba Díaz, remera de Basque Team. Tras protagonizar una gran remontada en la semifinal disputada en el Sea Forest Waterway el miércoles, las remeras consiguieron el pase a la soñada final, lo que les situaba con opciones de subirse al podio olímpico. Pero en la cita que ponía en juego las medallas no fueron capaces de repetir la actuación de la víspera y se conformaron con el diploma olímpico al clasificarse sextas. “Estamos acostumbradas a remontar pero hoy no ha salido, no siempre sale”, afirmaba la remera cántabra del club Raspas Arraun de Getxo.

Las dos últimas jornadas de la competición se tuvieron que retrasar un día debido al tifón que azotaba Japón, por lo que las deportistas no pudieron disfrutar de ninguna jornada de descanso. Según admitió Díaz, el factor físico pudo influir en su desempeño y condicionar su resultado, aunque se mostró satisfecha con su actuación: “Veníamos a por esta final y no descartábamos nada. Nos queda un regusto raro por no estar más arriba pero hemos hecho un buen papel y pasados los días lo valoraremos más”. La climatología tampoco fue la idónea durante la regata. La remera apuntó que sufrieron viento lateral en la calle por la que bogaban, la número seis, factor que influyó en el resultado final. “Las condiciones eran difíciles. Hemos sufrido viento lateral y ante eso hay que adaptarse mucho la una a la otra y no ha sido fácil. La sincronización es muy importante y hemos intentado hacer todo lo que hemos trabajado entrenando. Al final, es muy difícil cambiar algo dentro de la misma regata. Vamos a lo que tenemos automatizado y es lo que hemos hecho, pelearlo”, comentó la propia Díaz al finalizar la competición.

La dupla formada por Díaz y Cid marchó en sexta posición durante toda la regata y no tuvo opciones de mejorar su clasificación. Cruzaron la meta con una diferencia de 9,86 segundos con respecto a las campeonas neozelandesas. El podio lo completaron Rusia y Canadá. La pareja de Nueva Zelanda comenzó marcando un ritmo muy fuerte, pero reservándose para los últimos 500 metros de la prueba, donde dieron el último acelerón que les aseguró el oro. Cruzaron la meta marcando un tiempo de 6:50,19, seguidas por el Comité Olímpico Ruso (+1,26), Canadá (+1,91), Gran Bretaña (+4,77) y Grecia (+6,92)

Díaz, que comenzó a competir en esta modalidad en 2019, logró hacerse con un diploma en su debut en los Juegos. Consiguió su billete a la máxima competición tras un quinto puesto en el Mundial de Ottensheim-Linz en 2019 junto a su compañera Aina Cid. Además, la pareja de remeras fue medallista por partida triple en las tres últimas competiciones europeas, entre ellas la última de Lucerna, donde se hicieron con el oro europeo tras un final de regata frenético. Durante los dos últimos años, marcados por la pandemia, se adjudicó las medallas de plata en 2020 y bronce en 2021 en los certámenes Europeos. Al finalizar su andadura en los Juegos, Díaz quiere descansar y reflexionar sobre su primera participación olímpica antes de volver al trabajo de nuevo.