- El estadounidense Caeleb Dressel dio el primer paso para lograr las seis medallas de oro a las que aspira en los Juegos de Tokio tras contribuir al triunfo del cuarteto norteamericano en el 4x100 libre. Un pleno olímpico del que se despidió su compatriota Katie Ledecky, que vio frustrado el sueño de sumar cinco oros en la capital japonesa tras verse superada por la australiana Ariarne Titmus en la final de los 400 libre. Derrota que todavía es pronto para saber si debe interpretarse como el fin del reinado de la norteamericana, la hasta ahora indiscutible número uno mundial de la natación mundial, que parece haber encontrado en la joven nadadora oceánica la rival de la que había carecido en los últimos años.
Titmus ya sabía lo que era ganar a Ledecky, tras arrebatar a la estadounidense la medalla de oro de los 400 libre en los Mundiales disputados en el verano de 2019 en la ciudad surcoreana de Gwangju. Sin embargo, el triunfo de Titmus, tras una espectacular remontada en el último largo, abrió las puertas a una posibilidad hasta entonces inimaginable, la invencible Ledecky era batible. Tal y como se encargó de confirmar ayer la joven nadadora australiana, de tan sólo 20 años, al volver a imponerse a Ledecky en la final de los 400 libre. El metal de bronce se lo colgó la china Bingjie Li.
Quien no desaprovechó su primera oportunidad para sumar su primera medalla de oro fue el también estadounidense Caeleb Dressel, que llega a Tokio dispuesto a reclamar el trono de la natación mundial vacante desde la retirada del legendario Michael Phelps a la conclusión de los pasados Juegos de Río 2016. Para ello, Dressel, de 24 años, se ha propuesto ganar seis medallas de oro en los Juegos de Tokio, en los que ayer sumó su primer metal dorado tras contribuir al triunfo del cuarteto norteamericano en la prueba del relevo 4x100 libre. Una prueba en la que nadie pareció poder poner en cuestión el triunfo de Estados Unidos, que nunca cedió la primera plaza en la que se situó tras la posta inicial, precisamente, de Caeleb Dressel. Italia (plata) y Australia (bronce) completaron el podio.
Si a nadie le pudo sorprender el triunfo del cuarteto estadounidense, mucho menos la victoria del británico Adam Peaty, el actual campeón olímpico, mundial y continental, que revalidó en Tokio el oro que conquistó hace cinco años en los Juegos de Río en los 100 braza. Peaty, el único hombre en la historia capaz de bajar de la barrera de los 57 segundos, se impuso con notable claridad, tras firmar un crono de 57.37, en una final en la que el neerlandés Arno Kamminga fue segundo con una marca de 58.00 y tercero el italiano Nicolo Martinenghi con un registro de 58.33.
Por su parte, la canadiense Maggie MacNeil confirmó el cambio de guardia en la mariposa mundial, tras proclamarse nueva campeona olímpica de los 100 mariposa con un tiempo de 55.59 segundos. MacNeil, oro en los pasados Mundiales de Gwanjum, hizo valer su explosivo final para superar por tan sólo 5 centésimas a la china Yufei Zhang, que se debió conformar con la medalla de plata, y en 13 a la australiana Emma McKeon, bronce con un crono de 55.72 segundos.
MUJERES
100 mariposa
400 libre
HOMBRES
100 braza
4x100 libre
El español Hugo González, triple medallista en los pasados Europeos de Budapest, peleará por primera vez por los metales en una cita olímpica tras lograr ayer la clasificación para la final de los 100 espalda de los Juegos de Tokio. Una final prevista para esta pasada madrugada y en la que Hugo González, que mejoró en 40 centésimas su tiempo de las preliminares, partirá con la séptima mejor marca de todos los participantes, tras firmar un crono de 53.05 segundos en las semifinales.
Mireia Belmonte y Jimena Pérez se quedaron fuera de la final en los 1.500 metros libres tras finalizar las semifinales en 15ª y 18ª posición, respectivamente.
Si el domingo se batió tres veces en seis minutos el record olímpico de 100 espalda femenino, la estadounidense Regan Smith lo volvió a rebajar ayer en dos centésimas, dejándolo en 57.88.