- Lewis Hamilton ganó el Gran Premio de Gran Bretaña, disputado en un abarrotado circuito de Silverstone, donde le recortó 25 puntos al líder del Mundial, Max Verstappen, que se retiró en la primera vuelta, tras accidentarse -por fortuna, sin mayores consecuencias físicas- al tocarse con el séptuple campeón del mundo. Hamilton acabó por delante de Charles Leclerc y de su compañero Valtteri Bottas; Carlos Sainz y Fernando Alonso acabaron sexto y séptimo, tras minimizar daños y optimizar recursos, respectivamente.
Verstappen, que acabó en el hospital por precaución, tras sufrir un impacto de 51 puntos de fuerza G, lidera la clasificación de pilotos, tras las diez primeras pruebas, con 185 puntos: ocho más que el astro inglés, sancionado con diez segundos por la citada acción y que provocó el delirio de los 140.000 espectadores que se dieron cita en Silverstone cuando adelantó a Leclerc a falta de dos de las 52 vueltas que se dieron a la mítica pista inglesa.
Los primeros instantes fueron vibrantes y derivaron en una interrupción con bandera roja. Verstappen, que el sábado había ganado la primera calificación esprint de la historia y con ello, había logrado su quinta pole del curso, se defendió del ataque de Hamilton en los primeros instantes. Pero en Copse, la novena de las 18 curvas de Silverstone, el Mercedes del inglés se tocó con el neumático trasero derecho del Red Bull del neerlandés; que se estrelló a gran velocidad contra las barreras de protección. Afortunadamente, sin mayores consecuencias físicas. Pero generando la gran polémica, en la que el entorno de Max calificó de “ridícula” o “insignificante” la sanción al inglés; que , en opinión propia y de su equipo, ni siquiera hubiese merecido. El estreno de la calificación esprint supuso la libre elección de neumáticos -habitualmente, tras una calificación convencional, los diez primeros en parrilla afrontan la carrera con el compuesto usado en su vuelta buena de la Q2-; y todos optaron por los medios, salvo Sergio Pérez, compañero del líder del Mundial, que, tras trompear la víspera, salía último, desde el pit lane, con los duros. Y que, al igual que su capitán, salió sin puntos de Inglaterra, en una decepcionante jornada para Red Bull, que también vio como se redujo a cuatro puntos (289-285) su ventaja sobre Mercedes en el Mundial de constructores.
La carrera de Verstappen acabó, obviamente, con su accidente; que Leclerc, cuarto en parrilla y que ya había rebasado a Bottas, aprovechó para superar a Hamilton, por lo que retomó la prueba, en primera posición.
Leclerc arrancó sin problemas desde parrilla en la resalida, tras la cual se anunció la sanción de diez segundos a Hamilton, con Lando Norris -cuarto al final-, que había adelantado a Bottas, en la tercera posición. Con el paso de la carrera, a algo menos de ocho segundos del monegasco y a falta de once giros para meta, estaba por ver si Hamilton alcanzaría a Leclerc, en un final que confirmó las expectativas y resultó francamente emocionante.
Hamilton no desaprovechó, tal y como hiciera en Baku, su oportunidad. Y acabó provocando el éxtasis de su afición cuando, a falta de dos giros, rebasó al piloto de Ferrari, que se conformó con igualar el mejor puesto del año para la Scuderia que había logrado en Mónaco Sainz. El madrileño firmó otra gran carrera para acabar solo sexto -restando importancia, de forma elegante, al pobre cambio de neumáticos que arruinó sus perspectivas-: un puesto por delante de Alonso, que se marchó contento después de haber optimizado, una vez más, los recursos de su Alpine.
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