- La entrenadora de Amurrio, Madelén Urieta, volverá a formar parte del cuerpo técnico de la selección femenina de baloncesto, algo que le va a servir para vivir por primera vez en su carrera deportiva unos Juegos Olímpicos. Una experiencia que está aprovechando al máximo para aprender y seguir mejorando tanto como entrenadora como en el ámbito personal.

¿Cuál es la sensación que tiene ahora que los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina?

-Creo que hemos tenido una de las mejores preparaciones que se pueden tener de cara a unos Juegos Olímpicos, por el simple hecho de haber disputado un Eurobasket. Al final, ha sido un verano muy atípico. Por circunstancias de la pandemia, el Eurobasket del año pasado se aplazó a este verano y eso ha provocado que se junten dos competiciones de este nivel. Gracias a esa situación llevamos ya dos meses concentradas, que sumado a las semanas que tenemos por delante nos da mucho tiempo para preparar los Juegos Olímpicos. Eso sí, es un gran desgaste mental para todos.

En cuanto al físico, ¿Cómo llega el equipo?

-El equipo va a llegar con mucho entendimiento entre ellas, porque al final llevas muchos entrenamientos, muchos partidos y eso siempre suma. Y a nivel de cohesión casi es una pretemporada normal de un equipo. Además, hay que tener en cuenta que ellas ya se conocen y eso va a facilitar todo.

¿Cómo está siendo su trayectoria con la selección desde que le llamaron por primera vez?

-Es muy gratificante y un auténtico orgullo. Me siento muy afortunada de poder estar compartiendo vestuario con las mejores jugadoras de España. Cada día es un aprendizaje y adquiero nuevas experiencias, pero al mismo tiempo es muy duro a nivel de trabajo, porque se emplean muchas horas, pero es algo muy positivo para mí.

¿Cómo se sentirá cuando pise Tokio?

-Yo siempre he dicho que el poder estar en unos Juegos Olímpicos es el sueño de cualquier deportista o de cualquier miembro de un cuerpo técnico. Creo que el estar presente en unos es como el techo al que puedes aspirar. Eso hace que a cada día que transcurra y cuanto más se acerca la fecha, la sensación sea de que será una experiencia increíble. Estoy disfrutando cada momento como si fuera único, pero también con cautela, porque a causa del covid no nos podemos relajar, porque un positivo hoy me dejaría fuera de los Juegos Olímpicos.

¿Tiene algo en mente algo que quiera hacer sí o sí cuando esté en Tokio?

-Vivir cada experiencia y cada momento. No me suelo poner objetivos de hacer una u otra cosa en lo que a turismo se refiere. Al final, en cuanto esté allí, lo que voy a querer es, primero, hacer un buen papel en lo deportivo y segundo, disfrutar al máximo de la experiencia y sumarla a mi mochila.

¿Ha hablado con gente que ha vivido unos Juegos Olímpicos? ¿Le han aconsejado algo?

-En el equipo ya hay algunas jugadoras que han vivido unos Juegos Olímpicos e incluso más y la verdad es que cuando te cuentan sus experiencias ya se nota que es algo increíble, que es algo que no se puede explicar y que solo se puede vivir. Algunas de ellas ya me han contado anécdotas y vivencias y ahora lo que tengo son ganas es de vivir la mía propia.

¿Tiene algún objetivo o sueño como entrenadora de cara a la selección?

-Nunca lo he tenido, simplemente porque nunca en mi vida me había imaginado poder estar donde estoy ahora. El simple hecho de estar en la selección absoluta es algo que ni en mis mejores sueños podría haberlo pensado, por lo que lo único que quiero es seguir evolucionando y seguir aprendiendo y que pueda ser cada día un poquito mejor entrenadora y a partir de ahí que venga lo que tenga que venir.

¿Cómo ha evolucionado como entrenadora desde que comenzó su andadura con la selección?

-Me ha dado tablas. El poder estar ya no solo en la selección absoluta, sino que también en las categorías de formación, me ha aportado mucho. Al principio, yo era un poco autodidacta, porque yo no he tenido ese maestro o esos entrenadores para poder formarme con ellos y el poder ver ahora cómo trabajan otros entrenadores profesionales y cómo gestionan los equipos, el trabajo táctico, las concentraciones, me ha servido como un aprendizaje bestial. También me ha enseñado a que no voy tan desencaminada en mi día a día como tal vez podría pensar hace unos años.

¿De quién se acuerda en estos momentos tan especiales?

-De todo el mundo que tengo detrás. Todo esto es muy bonito, pero también es cierto que dejas de lado muchas cosas, como ahora que voy a estar alejada de mi gente durante tres meses para vivir esto y lógicamente se les echa mucho de menos. A pesar de ello, siempre me mandan su calor, apoyo y empuje. Aunque haya bastante distancia, me acuerdo mucho de las personas que tengo al lado en el día a día.

Seguro que su gente cercana le ha pedido que le traiga regalos de Tokio

-La verdad que mucha gente (risas). Tengo muchos encargos e intentaré traer cositas para todo el mundo, porque yo valoro mucho esos detalles. Al final, lo que quiero es que toda esa gente se lleve algo de mí, ya que por desgracia no puedo estar con ellas durante el verano, y así pueden tener al menos un recuerdo mío. ¿Se arriesgará con los palillos o llevará cuchillo y tenedor en la maleta?

-Lo intentaré y me arriesgaré con los palillos (risas) porque creo además que Tokio es un gran sitio; me encanta la cultura japonesa y es un buen lugar para probar y experimentar la comida de allí. Eso sí, creo que también tendremos la opción de comer con menús de aquí, ya que hay que evitar que no les cambie mucho el metabolismo a las jugadoras.

En la selección además coincide con muchas exjugadoras del Araski

-Sí, además es especialmente divertido poder coincidir con ellas. Este verano estoy compartiendo mucho tiempo con Raquel Carrera, Laura Quevedo y Tamara Abalde y son momentos bonitos cuando recuerdas anécdotas del equipo. Eso hace que lógicamente tengas un feeling o complicidad diferente con ellas, porque las conoces más. Y la verdad es que me lo estoy pasando muy bien con todas, pero con ellas en especial.

¿De cara a la temporada que viene es posible que acabe pesando el esfuerzo físico y mental de un verano tan exigente?

-Para nada. Soy una auténtica enferma del baloncesto. Es más, es todo lo contrario. Esto no me desgasta, esto me carga las pilas y me da energías. Lo que tengo son muchísimas ganas de empezar la temporada con el equipo. Este tiempo de ver baloncesto y de aprender cada día me está ayudando a tener nuevas ideas de cara a la temporada que viene. Además, estoy muy ilusionada con el proyecto que hemos hecho, tanto con el club como con la cantera, y tengo muchas ganas de volver a empezar. A mí el baloncesto nunca me desgasta, solo me da energías.

Respecto al Araski, ¿la plantilla se da por cerrada?

-Todavía falta alguna cosita más, habrá alguna que otra sorpresa por llegar. Ahora mismo ya hay anunciadas 10 jugadoras y creo que la plantilla ha quedado muy equilibrada y hay un equipo que ilusiona mucho, ya que tiene mucho contraste y contamos con jugadoras jóvenes, extranjeras y jugadoras tanto nacionales como de la casa, y todas ellas con experiencia. Esa mezcla creo que hace que haya un equilibrio muy interesante que va a dar de que hablar y dará alegrías a nuestros araskizales, que es lo verdaderamente importante para nosotros.

¿Cuáles son los objetivos que se quiere marcar de cara a esta temporada?

-Igual tiendo a ser demasiado segura, pero no me marco grandes objetivos y no me los pongo no por no ser ambiciosa, sino que es por todo lo contrario, porque yo no quiero marcarme un objetivo de permanencia y luego poder aspirar a estar en play offs o Copa de la Reina. Creo que tenemos que ser muy ambiciosas con nuestro trabajo en el día a día y lo que tenemos que hacer es crecer como equipo. Además, hay muchas caras nuevas y eso hace que sea un poquito más difícil ese acoplamiento y nos llevará algo de tiempo encontrar ese equilibrio. Nosotras nos centraremos en poder hacer un buen trabajo en la pretemporada y ser cada día mejores esforzándonos en cada entrenamiento y en cada partido y así poder competir absolutamente en todos los encuentros. Ojalá todo ese esfuerzo nos valga para ganar muchos partidos y así demos muchas alegrías a nuestra gente, a la que necesitamos en la grada y a quien hemos echado mucho de menos durante la pasada temporada.

Parece que la temporada que viene podrá volver el público a los estadios

-Las sensaciones son muy positivas de cara a que pueda volver a haber gente en los pabellones y parece que sí que nos van a dejar tener un aforo importante, quizá no el 100% pero sí un porcentaje alto de aforo. Eso siempre va a ser muy positivo y desde luego que hay equipos que sufren más el no tener a su gente animando en la grada y creo que el Araski es uno de esos equipos, que cuando no tiene a su gente detrás, sufre y les hemos echado muchísimo de menos. Además, creo que es algo recíproco, porque ellos también nos han echado de menos, y así nos lo han hecho saber, ya que a pesar de la distancia hemos sentido su apoyo durante toda la temporada. Tenemos muchas ganas de volvernos a reencontrar, creo que el grupo que hemos hecho va a conectar muy bien con la marea verde y será uno con la grada.

"La selección me ha aportado tablas como entrenadora, intento aprender en cada entrenamiento y momento que vivo con la selección"

"Soy una auténtica enferma del baloncesto; este deporte jamás me desgasta, me carga las pilas y me da energías para seguir"

"Estoy disfrutando cada momento como si fuera único para aprender lo máximo posible, cada día es un experiencia nueva"