e algún modo, hemos vivido lo que se preveía. Tras la anterior etapa de montaña, se esperaba que Simon Yates probara e intentara ir a por el Giro y qué mejor aliado para ello que Almeida y el Deceuninck. Estaba clara esa alianza entre BikeExchange y el Deceuninck. El equipo de Yates no tiene el potencial suficiente para endurecer la carrera por sí solo. Sin embargo, la escuadra de Almeida sí que la ha endurecido. Ha aprovechado las subidas y las bajadas. Los descensos los hemos hecho a mil por hora. Martínez se ha cortado en la bajada del primer puerto y Ganna ha tenido que parar para empalmar los dos grupos. La carrera iba loca. Las cartas estaban boca arriba. En el último puerto se ha desatado la pelea. El Deceuninck ha lanzado la subida a tope, con un ritmo muy exigente. A partir de ahí, el consabido ataque de Yates. Esta vez el Ineos ha tenido sangre fría. Bernal se ha mostrado más inteligente, sin intentar entrar al cambio de Yates, que ahora mismo está un punto por encima. Bernal se ha defendido y ha minimizado pérdidas, que era lo que tenía que hacer. Tiene una ventaja para manejarla cómodamente. En nuestro caso, Caruso sigue en puesto de podio.