- La UEFA informó jornadas atrás de que ayer, a solo 53 días del inicio de la Eurocopa, anunciaría las sedes que definitivamente acogerán el evento futbolístico, confirmado o desechando así a Bilbao como una de las doce ciudades anfitrionas. Sin embargo, el máximo organismo del fútbol europeo pospuso el anuncio y se tomará unos días más para deliberar. La decisión se conocerá el próximo viernes, día 23. “Al Comité Ejecutivo se le presentaron varias opciones para los partidos programados en las sedes de Bilbao, Dublín y Múnich, donde actualmente no hay asistencia confirmada de espectadores. El comité encargó a la Administración de la UEFA la tarea de elaborar propuestas concretas para una decisión final que se tomará por videoconferencia el viernes 23 de abril de 2021”, comunicó ayer el organismo europeo.
A principios de este mes, la UEFA dio a conocer las sedes que han confirmado que acogerían a público en las gradas de sus estadios, lo cual es una premisa para el ente organizador, que persigue proteger sus intereses económicos. Se trataba de Budapest, San Petersburgo, Amsterdam, Bakú, Bucarest, Glasgow, Londres y Copenhague. Posteriormente se sumó Roma, quedando por lo tanto las dudas de las sedes de Bilbao, Dublín y Múnich, las que la UEFA aprobará o desestimará el viernes; en este segundo caso, reemplazándolas por otras.
Si Bilbao es rechazada, la sede sustituta será Sevilla, según informó la Federación Española, la cual, en boca de su presidente, José Luis Rubiales, así lo anunció. “Si la UEFA determina que Bilbao no sea la sede para la Eurocopa, el estadio de La Cartuja sería la primera opción”, manifestó. En el caso de Dublín, se contempla que su posible relevo sea Manchester. De este modo, tras la Supercopa y las finales de las dos últimas ediciones de la Copa, Sevilla puede ser ahora el escenario de los partidos que España jugará los días 14, 19 y 23 de junio con sus rivales del Grupo E, Suecia, Polonia y Eslovaquia.
El pasado viernes, el consejero de Cultura y Política Lingüística y portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, insistió en que Bilbao “por compromiso y por contrato” y salvo que la UEFA indicase lo contrario, seguía siendo una de las sedes oficiales de la Eurocopa. En esta misma línea, la alcaldesa en funciones de la capital vizcaina, Amaia Arregi, subrayó que “todas las instituciones vascas seguimos trabajando para que Bilbao sea la sede de la Eurocopa”. Pero también el pasado viernes, Rubiales confirmó que Sevilla era la sede elegida para albergar la Eurocopa si Bilbao es relevada.
Las instituciones vascas han ratificado en todo momento el interés por atraer la competición. Si bien, también han antepuesto que el evento se debería “desarrollar de acuerdo con las normas sanitarias generales y concretas que están en vigor en ese momento, de la forma más segura posible, tanto para la ciudadanía de Bilbao y de Euskadi, como para las personas que nos pueden visitar por ese motivo”, tal y como incidió Zupiria. En este sentido, el Gobierno Vasco presentó un plan en el que las exigencias, entre otras, eran: que la incidencia acumulada de contagios en Euskadi sea menor a 40 -los últimos datos del Departamento de Salud del Gobierno vasco situaban ayer a Bizkaia con una tasa superior a 419 y en Bilbao, a 553- o que la inmunidad sea igual o superior al 60%. Condiciones que para la Federación Española son “imposibles” de cumplir. “Desde el primer momento (en el que el Gobierno vasco envió sus condiciones) se les hizo ver la imposibilidad de aceptación por parte de la Federación Española”, expresó Rubiales, que ha estado trabajando en presentar a la UEFA una alternativa a la capital vizcaína.
El portavoz del Gobierno Vasco también manifestó que la UEFA valoró “positivamente el detalle y la calidad de la información” aportada por las instituciones vascas, aunque admitió que “es probable que no sea suficiente para la UEFA”, ya que Zupiria entiende que el máximo organismo del fútbol europeo “parece más empeñado en salvar sus razones económicas que tiene adquiridas por patrocinios, costos, etcétera, para lo que sí o sí necesita público”. Y el Gobierno Vasco, como reiteró el lehendakari Iñigo Urkullu, rechaza rebajar las medidas sanitarias para hacer una excepción con la Eurocopa. Relajar las medidas es considerado un acto de imprudencia y de falta de responsabilidad ante la crisis sanitaria. Traer la Eurocopa a Bilbao posee un coste de 5,5 millones de euros, de los cuales dos fueron aportados por el Ayuntamiento y otros dos por la UEFA, mientras que la Diputación de Bizkaia y el Gobierno Vasco abonaron 750.000 cada uno. Inversiones que las instituciones tratarán de recuperar si la UEFA concluye que Bilbao no es una de las doce sedes.