El ciclismo vasco brilló con luz propia durante la Itzulia, la carrera de casa, el motivo de orgullo y a la vez la ocasión de lucir ante millones de espectadores y el pelotón internacional. Pero la Itzulia también es la amenaza de la desilusión, de las ansias por querer corresponder a la cita que agolpa a familiares y amigos en las cunetas y los balcones.

La responsabilidad que pesa sobre las espaldas es un arma de doble filo que puede espolear hacia las cumbres o fatigar las piernas con una parálisis que brota desde la mente del ciclista. Los corredores locales aceptaron el reto como anfitriones y ejercieron de protagonistas, con triunfos en dos de las seis etapas, los de Ion Izagirre y Alex Aranburu, y con tres vascos alojados en el Top 10 de la carrera, como son los casos de Pello Bilbao (6º), Mikel Landa (8º) y el propio Izagirre (10º).

"Estoy con sabor agridulce", confesó hace días Pello Bilbao, que se quedó a las puertas del podio, a una cima, la última de la Itzulia, de poder asaltar el podio y poner el mejor broche a la participación vasca, que terminó con un total de quince corredores en la línea de meta de Arrate.

Además de Bilbao, Landa, Izagirre, Aranburu, que fue 38º, terminaron la carrera Jonathan Lastra (26º), Jon Agirre (43º), Mikel Nieve (49º), Gotzon Martin (53º), Omar Fraile (71º), Txomin Juaristi (74º), Jon Barrenetxea (87º), Oscar Rodríguez (94º), Ander Okamika (97º), Mikel Iturria (99º) y Mikel Aristi (102º), estos últimos como representante de un Euskaltel-Euskadi que transmitió buenas sensaciones en la cita UCI ProTour, que se asomó a la cabeza del pelotón el maillot anaranjado.

"He conseguido meterme en un corte, pero no he tenido fuerzas", admitió Landa, que colaboró con Bilbao para tratar de impulsarle al podio de la general. "Pero no pudo ser", lamentó para los micrófonos de Radio Euskadi, que quiso brindar por el que será uno de sus mayores gregarios en las grandes citas del Bahrain. No obstante, el murgiarra quedó satisfecho con su estado de forma. "Creo que vamos bien para el Giro", expresó.

En el caso de Landa, trató de ayudar a su compañero Bilbao, como así lo hizo Omar Fraile, porque el ciclismo vasco también ha mostrado colaboracionismo. Fraile se desgañitó en pos de la victoria de Aranburu, quien, en la segunda etapa, logró llegar en solitario a la meta de Sestao para firmar un logro que significó la victoria número 50 de los corredores vascos en la Itzulia. Ambicioso, Aranburu incluso persiguió una nueva victoria ayudado por el lanzamiento de Fraile, a quien se le vio encabezando al Astana en múltiples ocasiones.

Espectacular fue el final de Hondarribia, en la cuarta etapa, donde Izagirre terminó sorprendido por su victoria. Y es que la conquista se decidió por centímetros ante Pello Bilbao, quien logró el segundo puesto. Ambos sobresalieron en un sexteto formado tras coronar Erlaitz y resolvieron al esprint con la incertidumbre de tener que recurrir a la photo finish. "Realmente pensé que Pello había ganado. Alzó los brazos y pensé que había ganado. Lo felicité y asumí que yo era segundo", declaró Ion.

Esta escapada fue una de las actuaciones que permitió a ambos facturar un Top 10. En el caso de Bilbao, que fue sexto, se quedó a 1:28 del ganador de la Itzulia, Primoz Roglic, y a solo 21 segundos del podio que cerró Tadej Pogacar. Mientras, Izagirre, décimo en la general, se alejó a 2:59 del maillot amarillo del esloveno. Landa, por su parte, acabó octavo a 2:17 de la cabeza. Ellos demostraron la regularidad, mientras que Aranburu e Izagirre proyectaron la capacidad de cazador de etapas del ciclismo vasco.