- ¡Corre! ¡Date prisa! ¡Es para hoy! Y miles de expresiones más que escuchamos en nuestro día a día y que nos indican una y otra vez que vivimos en época de la inmediatez. Incluso, a veces, por encima de la calidad. ¿Cuántas veces habremos escuchado la expresión: lo quiero para ayer? Y es indiferente si hace referencia al mundo laboral o académico. Esta situación nos ha llevado a no tener tiempo ni para tomarnos un respiro y pensar en si lo que estamos haciendo es lo correcto o no. La agenda puede ser digital o en papel, pero lo que está claro es que si se quiere aprender a organizarse para encontrar tiempo, se le tiene que pedir consejo a una persona: a Cristina Molinuevo.
La jugadora del Kutxabank Araski combina el deporte profesional -baloncesto- con sus estudios -medicina-, y para más índole esta temporada se encuentra preparando el MIR, algo que le exige ser aún más organizada y responsable que nunca, ya que es "un año en el que te tienes que preparar por tu cuenta el examen, una situación que genera que siempre cueste más organizarse", afirma la propia Molinuevo.
Lo que está claro es que no todo es un camino de rosas, hay muchos pinchos de por medio que hacen que te agobies y que te generen dudas. Sin embargo, es saber gestionar esa presión, porque si nos paramos a pensar, no existe tanta diferencia entre el baloncesto y la organización ¿o sí? Allá donde ves un hueco, tienes que aprovecharlo y Cristina lo hace a la perfección. O, mejor dicho, casi a la perfección, porque a pesar de que "me lleve los apuntes en los desplazamientos del equipo cuando vamos a jugar fuera, al final solemos jugar a las cartas u otros juegos", reconoce la alero. Eso sí, en los estudios "tienes que sacrificar ciertas cosas como salir de vez en cuando con las amigas u otras actividades de ocio que te puedan gustar", afirma Molinuevo.
Esta teoría tiene una doble lectura. Es decir, si en nuestros momentos de agobio, una de nuestras actividades que nos quita el tiempo, la convertimos a su vez en nuestra vía de escape, el panorama cambia drásticamente. Algo que la alero vitoriana ha aprendido a hacer, "en esos momentos de saturación y donde veo todo negativo, además de apoyarme en la familia, me gusta dar una vuelta con mis amigas o ver alguna serie, pero lo que más me desconecta es el baloncesto y entrenar con mis compañeras". La propia doctora, además, le quita hierro al asunto, "al final no es para tanto, es jugar y estudiar".
Compaginar dos elementos de tanto nivel de exigencia está claro que te prepara para la vida y te ayuda a aprender a saber cómo actuar. "Al principio, en especial, durante los dos primeros años de carrera cuando iba y volvía de Leioa, ya tuve que faltar a algún entrenamiento porque me pilló el toro de cara a algún examen, pero eso te ayuda a que luego te organices mejor".
El camino de la vida, a veces, solo es probar, como hizo la propia jugadora, "tenía nota y decidí intentar medicina". Luego, junto al esfuerzo, los resultados llegan solos. Aunque siempre exista incertidumbre de que haré el día de mañana, "de momento espero que pueda seguir como hasta ahora", afirma Molinuevo, quien reconoce que aún no se ha planteado ser médica del propio Kutxabank Araski, aunque sus especialidades favoritas sean traumatología y radiodiagnóstico.
La dura realidad la conoce ya muy bien Cristina, que ante la pregunta de cuál de sus dos especialidades -baloncesto o medicina- escogería, "tristemente" elegiría la segunda, ya que del "deporte es muy difícil vivir". Sin embargo, la felicidad de los aficionados es suficiente para la jugadora, que aclara que se sintió muy halagada cuando en sus prácticas de Txagorritxu la gente le reconocía.
En este punto podríamos tirar de muchísimas frases de las películas de ciencia ficción, pero nada más lejos de la realidad. El esfuerzo tiene su recompensa y siempre tendrás recuerdos para enmarcar como la temporada en la que "el equipo ascendió en Cáceres, mientras yo estaba en segundo de carrera y los estudios también me fueron genial". La jugadora del Araski lo tiene claro: si alguien quiere lograr algo, lo va a poder hacer, "simplemente es cuestión de organizarse y aprovechar el tiempo al máximo, algo que luego hará que tengas un sentimiento de satisfacción único". No hay nada más satisfactorio como el logro y orgullo personal, y el saber gestionarse para que una de tus profesiones sea tu "baloncesto medicinal".
"A pesar de que me llevo los apuntes en los viajes del equipo, al final suelo jugar a las cartas"
"Cuando iba y volvía de Leioa, tuve que faltar a algún entreno porque me pilló el toro de cara a los exámenes"
"Escogería tristemente antes los estudios que el basket, ya que del deporte es difícil vivir"
Jugadora del Kutxabank Araski