asiun año después de lograr el mejor resultado de su historia en el Mundial de Japón, la selección estatal de balonmano femenino vuelve a un gran campeonato. Las guerreras llegan al Europeo de Dinamarca con la plata mundialista colgada del cuello, pero siendo conscientes de que en apenas doce meses, todo ha cambiado. El covid-19 ha provocado que todos los combinados acudan a la cita continental sin apenas bagaje, con escasas concentraciones y menos amistosos. “Los equipos no están teniendo demasiado ritmo de competición y como es algo que nos mide a todos por el mismo rasero, porque es algo global a todas las selecciones, este va a ser un Europeo atípico y diferente a lo que hemos vivido hasta ahora”, explicó Carlos Viver, seleccionador estatal, antes de poner rumbo a Dinamarca. La incertidumbre que causa la inactividad por la pandemia hace que el técnico español no se atreva a colocarse entre los favoritos al podio, a pesar de la segunda posición en el Mundial de Japón incluye a su equipo en todas las quinielas: “El Europeo está abierto y es un campeonato que dependerá de muchos matices. Nosotras tenemos nuestras opciones, somos una selección que se agarra mucho a la pista y que sabe sufrir y pelear. Si estamos certeras podemos ir hacia arriba, pero hay que estar atentas a muchos equipos. Francia, Países Bajos, Suecia, la anfitriona Dinamarca, Rusia...”.

Es precisamente el combinado ruso la primera piedra de toque de las guerreras (18.15 horas/Teledeporte). Y la más complicada. Bronce en el pasado Mundial, el equipo dirigido por el canario Ambros Martín es, a priori, el rival que más le pueden complicar las cosas a España. “Este es un partido muy importante no solo por ser el primero, sino también por el rival que es y las dificultades que nos va a crear. De Rusia tenemos poca información. No han disputado ningún partido desde el Mundial, pero nos imaginamos que no habrán hecho muchos cambios en la configuración del equipo”, analizó Viver. Así pues, un poderoso lanzamiento a distancia, un contraataque bien hilado y un centro de defensa férreo son las cartas de presentación de una Rusia que aspira a todo. Después (sábado, 20.30), las guerreras se medirán a una Suecia más asequible, pero que puede dar problemas si España comienza el duelo desacertada. Mientras que la primera fase se cerrará ante la República Checa (lunes, 18.15), la cenicienta a la que le ha tocado un grupo complicado para intentar dar la sorpresa.

La selección estatal de balonmano viaja al Europeo sin Sandy Cabral, que se rompió el cruzado hace dos semanas. Y con sensaciones contrapuestas después de los dos amistosos disputados la semana pasada ante Eslovaquia. Los dos únicos duelos que ha podido jugar desde el pasado Mundial. Y es que las restricciones de movilidad por el covid impidieron la disputa del Torneo Internacional de España, que debía de enfrentar a las de Viver con Austria, Brasil y Polonia; y la solución fue un doble enfrentamiento ante un combinado eslovaco que dejó un primer sabor de boca impecable (32-21) y un segundo más bien flojo (24-22). “Son dos partidos que nos han servido para realizar las pruebas que queríamos hacer y los dos han sido fiables. Es cierto que en el segundo tuvimos demasiadas pérdidas de balón en ataque y una efectividad baja en lanzamiento; pero lo positivo es que pudimos ver a todas las jugadoras. Estamos con las pilas cargadas para afrontar la realidad de un Europeo, que es el campeonato más exigente que hay”, concluyó Viver.

Ya en Dinamarca, a la selección estatal de balonmano le acompañan unas fuertes medidas de seguridad para impedir que el coronavirus entre en un Europeo que a punto estuvo de no celebrarse -Noruega se cayó como la segunda anfitriona en el último momento-. Así pues, y tras un test PCR en el que tanto jugadoras como cuerpo técnico dieron negativo, la expedición se encuentra ya en Silkerborg, la localidad que ejercerá de campo base. De esta forma, las guerreras deberán respetar un estricto protocolo sanitario basado en una doble burbuja. Y es que los integrantes de las selecciones vivirán “completamente aislados” y “sin ningún acceso al mundo exterior” durante la disputa del Europeo: “Nuestra vida estará restringida. Vamos a estar concentradas en un hotel del que solo saldremos para ir a los partidos y a los entrenamientos”, explicó Viver. Asimismo, todos aquellos miembros del personal que accedan a la zona roja del hotel, no podrán tener contacto con nadie del exterior y se someterán a un test cada tres días.

“Es un Europeo abierto, pero sabemos sufrir, así que si estamos acertadas tendremos opciones”, dice el técnico Carlos Viver

España se medirá esta tarde con Rusia, el sábado lo hará ante Suecia y el próximo lunes se enfrentará a la República Checa