- La de ayer parecía una mañana cualquiera de domingo en la Plaza de la Virgen Blanca. Los gasteiztarras conversaban tranquilamente en las terrazas de los bares cuando un pelotón de una veintena de ciclistas entró en la plaza, liderado por Juanma Olivas, incapaz de esconder una enorme sonrisa de oreja a oreja. Frenó, bajó de la bicicleta y una ovación inundó el centro de Vitoria. Así fue el final de la particular vuelta ciclista por etapas solidaria de Olivas, que, en colaboración con el Banco de Alimentos de Álava, lleva casi un mes acumulando kilómetros para recaudar donaciones y comida para los más desfavorecidos y visibilizar el trastorno de bipolaridad que padece.
Durante la cuarentena, a Juanma Olivas se le ocurrió realizar este reto en verano, ya que el Ironman de Vitoria-Gasteiz, en el que participó el año pasado, no se va a celebrar hasta el 11 de octubre. La idea era elaborar un recorrido que cruzara los 51 municipios alaveses y que distintas empresas se implicaran y donaran alimentos por cada kilómetro recorrido. La campaña ha sido un éxito, Olivas ha superado la cifra de 1.500 kilómetros recorridos en veinte jornadas y ha reunido más de 1.000 euros de donaciones particulares. “Ahora mismo estoy en una nube. Ha sido una experiencia preciosa, he conocido lugares y gente maravillosa, pero lo más importante es que hemos conseguido que personas que lo están pasando mal vayan a tener un plato en la mesa”, explicó a su llegada, visiblemente emocionado.
La etapa de ayer fue sin duda la más tranquila para el gasteiztarra, aunque su salida se atrasó por la tormenta eléctrica. Tras realizar el mismo recorrido en bicicleta que en el Ironman, se reunió en el Buesa Arena con otros ciclistas y amigos que le han acompañado a lo largo de la aventura y juntos pedalearon hasta el corazón de la ciudad. Aunque el reto deportivo de Olivas ya ha terminado, hasta el próximo 19 de julio se seguirán recogiendo donaciones online en la plataforma Gofundme, con la etiqueta #JuntosLlenamosElCarro.
Cualquier otro deportista aficionado se habría tomado un descanso después de someterse a un esfuerzo similar, pero Olivas piensa ya en su próximo objetivo: “El primer día sí que me noté el haber estado tanto tiempo parado e incluso me planteé bajarme de la bici por el calor y el desnivel, pero a partir de ahí me he ido encontrando mejor y he terminado con más fuerza de la que tenía al principio. Ahora voy a seguir entrenando y mi intención es participar en el Ironman de Vitoria-Gasteiz y, sobre todo, en el de Cascais, en Portugal, que será mi cuarto Ironman. Mi idea es completar los 41 del calendario a lo largo de mi vida.” Tras casi un mes sobre el sillín, ahora toca desempolvar las deportivas y el bañador.
“Hemos conseguido que gente que lo está pasando mal vaya a tener un plato en la mesa”
Deportista con trastorno bipolar