Duelo caprichoso el que anoche midió al Barça con un Atlético de Madrid que ya representa de nuevo a esa “visita al dentista” que evocaba Caparrós al enfrentarse a rivales del corte del que dirige el Cholo. Se adelantó pronto el Barcelona gracias a un gol de Costa en propia puerta. Empataba siete minutos después Saúl de penalti, el primero de la noche. Un nuevo penalti permitía a Messi poner en el marcador el 2-1 al poco de volver del descanso, pero Saúl reponía enseguida las tablas... cómo no: de penalti. Setién no había hecho más que un cambio a falta de diez minutos, y siguió sentado en el banquillo -junto a Griezman, al que no sacó hasta el ‘90- un empate que le aleja del título de Liga.
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