Son toda una tradición en el sudeste de China, Hong Kong y Taiwán: carreras con botes dragón, con palistas aficionados. Forman parte del Festival del Bote del Dragón, una fiesta religiosa y espiritual. La pandemia ha provocado suspensiones y aplazamientos, pero en Taipei (Taiwán) se animaron a hacer varias carreras al no haberse detectado ni un contagio en los dos últimos meses.