- Alejandro Valverde, el eterno Balaverde, campeón mundial de ciclismo en 2018, cumplió el sábado 40 años en plena cuarentena, entrenándose en casa con poca motivación sobre el rodillo y con la sensación de que este año el pelotón no se pondrá en marcha por la pandemia del coronavirus, pero eso sí, con la ilusión por el ciclismo “intacta”.
El corredor murciano, debutante como profesional en 2002 en las filas del equipo Kelme, y en las filas del Illes Baleares/Caisse d’Epargne/Movistar desde 2005, acumula experiencia y triunfos en cantidades industriales: nada menos que 127 victorias en todo tipo de pruebas, lo que le convierte en un ciclista para muchos único e irrepetible, como aseguran su actual director del Movistar, Eusebio Unzue, y el exseleccionador Javier Mínguez, con quien ganó el Mundial en 2018.
Aquel niño gordito que se enfadó por una derrota en su primera carrera, se conjuró para ganar la siguiente, y desde entonces se ganó el citado sobrenombre. En su palmarés entra el arcoíris logrado en Innsbruck, la general de la Vuelta 2009, cuatro Liejas, cinco Flechas, doce etapas en la ronda española, cuatro en el Tour..... así hasta 127 veces con la foto alzando los brazos.
Curiosamente, el murciano atraviesa casi ocho meses seguidos sin un triunfo, lo que no le ocurría desde que debió cumplir dos años de sanción por un asunto de dopaje.
El murciano no levanta los brazos desde la séptima etapa de la Vuelta 2019, en el alto castellonense Mas de la Costa el 30 de agosto, fecha desde la que han transcurrido 237 días, básicamente los comprendidos entre los cuatro últimos meses del pasado año y los cuatro primeros de este 2020.
Se le resistió el triunfo en el tramo final del ejercicio anterior y la tónica se ha mantenido en el inicio de este en pruebas como las vueltas a Valencia y a Murcia y el Tour de Emiratos Árabes Unidos, última carrera profesional, que se disputó el pasado marzo.
Valverde llega a los 40 años en una situación especial, como todos los ciclistas y deportistas en general. Vivió en los Emiratos Árabes la suspensión de la carrera por los primeros casos del coronavirus en el pelotón, y desde entonces su pasión de rodar en bicicleta con su grupo de amigos murcianos se redujo al hastío del entrenamiento en casa.
“No creo que volvamos a correr este año. Hay que aguantar en casa, es lo que toca, pero quema entrenarse en el rodillo y se pierde motivación porque ves que los objetivos no los vas a poder afrontar”, comenta Valverde desde su confinamiento.
Aunque los viejos rockeros nunca mueren, Valverde observa con pena cómo sus grandes objetivos en las clásicas de las Ardenas ya han pasado de fecha, sin poder asaltar de nuevo el título en la Lieja o Flecha Valona.
También se esfumó el sueño que le estimuló para seguir con las pilas cargadas, la cita olímpica de Tokio 2020, pero con las mismas se emplazó para luchar por el oro en 2021. Y pasada esa fecha, la bicicleta profesional podría quedar colgada para siempre, si bien se trata de un hecho de los de hay que ver para creer tratándose de Valverde.
Valverde empezó la temporada en los Emiratos con la esperanza primaveral de pescar gloria en las clásicas. Un día antes de la suspensión de la prueba el murciano comentaba que la nueva generación de ciclistas ya se ha presentado en sociedad, y que además ha llegado para quedarse y marcar una nueva época.
“Ya se ha producido el cambio generacional, además con gente muy joven y muy buena, con muchísima calidad, haciendo datos en subidas y en cronos más rápidos que antes. Hay corredores que son auténticos campeones”.
En ese grupo de jóvenes, Valverde incluye a algunos de sus compañeros del Movistar, como Enric Mas, Marc Soler, Iñigo Elosegui o Sergio Samitier, a los que pretende ayudar “en todo lo que pueda” aportando la experiencia y sabiduría acumulada en 18 años de profesional.
En el caso de Mas y Soler considera Valverde que “aún deben dar un pequeño salto de calidad”, pero otros, como el colombiano Egan Bernal, “ya es totalmente presente”.
“También veo de un nivel impresionante a corredores como Tadej Pogacar o Remco Evenepoel, ya hemos visto el nivel que tienen y cualquiera de ellos puede ser una estrella del ciclismo”.
Valverde espera ver a Mas y Soler luchando en las grandes vueltas y adquiriendo poco a poco la experiencia de tener la presión de un líder.
“Tener la responsabilidad encima es más difícil. Enric Mas lo tiene más asimilado, pero Soler lo tendrá que conseguir poco a poco. Hay que ir sabiendo lo que es ser jefe de filas y los dos lo tienen que demostrar. Creo que ambos lo llevarán bien”.
A pesar de los tiempos difíciles de cuarentena, Valverde mantiene “mucha ilusión” por seguir en activo, aunque reconoce que, “por ley de vida, las fuerzas van mermando poco a poco”.
Valverde tiene asimilado que el momento de la retirada está cerca, y cree “que no será fácil, pero tampoco demasiado duro”. De momento, el campeón espera en su guarida, deseando volver a su “oficina”, que no es otra que la carretera, donde se juntará con sus amigos y compañeros de grupeta, esos a los que hace felices solo con su presencia, que el sábado le cantaron Cumpleaños feliz por videollamada, por sus 40 primaveras.
Alejandro Valverde acumula 127 victorias en 18 temporadas y pico en el profesionalismo (desde 2002). Éstos son sus principales éxitos:
Mundial de 2018. Después de 2 platas y 4 bronces. Ningún ciclista tiene 7 medallas en esa competición.
Vuelta a España 2009. Valverde sólo tiene una grande, pero ostenta el récord de Top 10 en la Vuelta (11) y en las tres grandes (19).
4 Lieja-Bastoña-Lieja. Como gran clasicómano que es -aunque evita las que tienen pavés-, el murciano tiene en su palmarés cuatro triunfos en la mítica Lieja-Bastoña-Lieja (2006, 2008, 2015 y 2017) y cinco en la que completa el Fin de Semana de las Ardenas, la Flecha Valona.
5 Rankings anuales. Valverde está empatado con el irlandés Sean Kelly a cinco triunfos en el ranking anual del pelotón profesional. Lo consiguió en 2006, 2008, 2014, 2015 y 2018.
9 podios en las tres grandes. Es uno de los 18 corredores que han subido al podio de las tres grandes vueltas: 3º en el Tour 2015, 3º en el Giro 2016 (único que disputó) y siete en la Vuelta.
“Mantengo mucha ilusión pero, por ley de vida, las fuerzas van mermando poco a poco”
Ciclista del Movistar