a Era Open se inició justo en estos días de hace 52 años. Ahora, el tenis vive una situación desconocida en su historia, una cuarentena provocada por un virus que se ha hecho fuerte al otro lado de la red y devuelve cada pelota en un incierto tie-break que parece interminable. Igor del Busto pasa los días anclado a la aplicación Zoom donde puede seguir con su trabajo en Cebek y con su labor como presidente de la Federación Vasca. El tenis, por sus peculiaridades, puede evitar el contacto físico, "incluso podríamos evitar el saludo en la red", dice medio en broma, pero como el resto de deportes se ha tenido que someter a las indicaciones sanitarias y detener toda su actividad, tanto en su vertiente de ocio como en la profesional.

En lo que afecta al tenis vasco, Del Busto comenta que "todos los clubes están cerrados y más de la mitad han tenido que decretar un ERTE". Las pistas están vacías "y no hay cursos, no hay entrenamientos, ni partidos entre socios, ni torneos formativos", lo que ha afectado "de forma dramática" a todos los colectivos, principalmente a los jugadores, entrenadores y árbitros. Todas las competiciones están canceladas hasta nueva orden y la Federación Vasca aspira, al menos, a poder celebrar con cierta normalidad en julio los Campeonatos de Euskadi de las diferentes edades para llegar luego al Campeonato de España, previsto para finales de agosto.

En el aspecto competitivo, el coronavirus ha obligado a parar en todos los niveles hasta el 13 de julio y se ha llevado por delante los tradicionales torneos ITF 25.000 de Bakio y de Getxo, que se quedan sin fechas, aunque la actividad se reanude "porque son citas eminentemente veraniegas y es muy difícil encajarlas más allá de agosto". La Peña Vitoriana había recuperado su torneo femenino cuyo inicio estaba previsto para el 20 de julio y con dotación de 60.000 euros para festejar su 50 aniversario, pero también ha sido suspendido. Así, la única cita vasca que se mantiene en el calendario es el Torneo de Donostia de finales de agosto.

Igor del Busto lamenta el perjuicio que la pandemia ha causado y, sobre todo, "la incertidumbre" que, como en otros casos, se cierne sobre el tenis en su vertiente empresarial y de ocio. El presidente de la Federación Vasca recuerda que "existen muchos clubes privados que podrían gestionar por su cuenta la realización de pruebas médicas y respetar las indicaciones sanitarias, pero también hay muchos clubes pequeños con menos recursos que usan instalaciones públicas en las que deben seguir las normas generales". Los torneos virtuales que se están montando y los partidos históricos que están llenando las parrillas televisivas no pueden sustituir a la actividad diaria de un deporte con muchos adeptos. "Dependerá de cuánto tiempo se prolongue estos, pero espero que los clubes aguanten. Eso sí, en el futuro todo el mundo va a tener que arrimar el hombro y ser comprensivo porque a todo el mundo le interesa salir de esto", asegura.

Las grandes estrellas del tenis han mostrado enseguida su faceta más solidaria, empezando por el BigThree Djokivc-Nadal-Federer, y ha abierto distintas iniciativas para ayudar a esos cientos de tenistas que pelean por abrirse paso en torneos como los cuatro que se juegan en Euskadi y que han visto reducidos sus ingresos a cero desde que llegó el covid-19. "En el tenis tenemos un sentido familiar e incluso los más grandes saben que los demás son necesarios porque ellos han pasado por esa fase y son sensibles a ayudar y cooperar", apunta Igor de Busto, que no ve "sencillo que se pueda jugar hasta muy el final del año". El tenis es un deporte globalizado, que genera desplazamientos por jugadores y jugadores por todo el mundo y dependerá de las cuarentenas que se decreten en cada país. Hay que plantear alternativas y ya existe un proyecto de crear un circuito de exhibición en verano que reuniría a los ocho mejores jugadores y las cuatro mejores jugadoras estatales para mantener la actividad ante un posible regreso de la competición oficial. "Nada está cerrado ni comprometido, pero si se dan las condiciones", Euskadi podría ser una de las sedes de ese Master cuando el tenis le gane el partido al coronavirus.

Progresión cortada. La pandemia provocada por el covid-19 ha cortado el buen inicio de año del tenis vasco. Garbiñe Muguruza, "a la que siempre recibimos con los brazos abiertos como federación", fue finalista en el Abierto de Australia, "algo que tiene un gran mérito, aunque a veces parece que solo vale ganar". Por su parte, Ane Mintegi llegó a cuartos de final en el torneo junior de Melbourne y ya ha alcanzado el puesto 756 del mundo tras sumar sus primeros puntos en los torneos ITF de Egipto de febrero. Igor del Busto reconoce que la tenista guipuzcoana que se entrena en Barcelona "es la gran esperanza actual de tenis vasco. Creo que va por el buen camino porque tiene carácter, es muy correosa y no regala nada en la pista". De hecho, uno de los planes truncados es que Mintegi formara pareja en el torneo de Gasteiz con Lara Arruabarrena.

"En el tenis tenemos un sentido familiar y los más grandes saben que el resto son necesarios"

"En el futuro todo el mundo va a tener que arrimar el hombro y ser comprensivo"

Pte. de la Federación Vasca de Tenis