SEVILLA - Irremediablemente, a 39 días vista de la fecha prevista para la disputa en Sevilla de la final de Copa, el coronavirus y su imprevisible impacto se ha colado en la agenda de Athletic y Real Sociedad. El goteo constante de contagios, que ha aumentado de forma exponencial en las últimas jornadas en todo el Estado español, con la CAV como una de las zonas más castigadas, también tiene visos de afectar a la cita del próximo 18 de abril en el estadio de La Cartuja.
En las próximas horas se reúnen en Madrid con la Federación Española de Fútbol representantes del conjunto rojiblanco y del txuri-urdin con el objetivo de fijar el reparto de entradas y todo lo relacionado con el desembarco de ambos equipos en la capital andaluza. Se da por seguro que el coronavirus y sus posibles afecciones saldrán a la palestra en este cónclave.
La FEF no trabaja en otro escenario que en la disputa de la final, pero cualquier otra situación es posible. No es para menos, sobre todo después de escuchar las palabras de ayer en Radio Euskadi de la consejera de Turismo del Gobierno vasco, que no descarto cualquier escenario, incluso la hipótesis de que Athletic y Real se jueguen el título a puerta cerrada. "Todo es posible porque todo va muy rápido y es cambiante. En cada momento se tomarán las decisiones más adecuadas en función de la fase de la enfermedad. Todo va a depender de la duración y magnitud de la enfermedad", destacó Sonia Pérez. Unas declaraciones que llegaron horas antes de que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu decidiera suspender toda la actividad educativa en Gasteiz y los eventos de más de 5.000 personas durante dos semanas como consecuencia de la situación creada por la propagación del virus y el aumento de contagios.
Con un aforo de 60.000 espectadores, se espera que las aficiones de ambos equipos se repartan dos tercios del aforo. Viendo los antecedentes, a priori se espera que la movilización de los seguidores del Athletic y de la Real a orillas del Guadalquivir sea masiva. Por lo que se podrían presentar en Sevilla con y sin entrada más de 60.000 personas. El control sanitario de esta marabunta de seguidores se antoja muy complicada. Lo mismo que, por ejemplo, los miles de fieles que se congregarán por las calles sevillanas unos días antes con motivo de la celebración de las procesiones de Semana Santa. Unos actos que por el momento no se han suspendido. En caso de que la expansión del covid-19 impidiese el desplazamiento de aficionados a La Cartuja, lo lógico es que no se jugase a puerta cerrada, sino que se aplazara la lucha por el título y se trasladara a finales de mayo, un margen de tiempo quizás suficiente para que la alarma baje de intensidad. De lo que nadie duda es de que los seguidores del Athletic y de la Real seguirán tachando fechas en el calendario con la mirada puesta en el 18 de abril.
Cuestionado sobre la posibilidad de jugar a puerta cerrada, el entrenador del conjunto donostiarra fue tajante ayer. "Esperemos que para entonces ya haya una solución al tema. Llegar a una final y jugar sin público, yo no soy nadie para decidir, pero estoy seguro de que los que tienen que hacerlo lo aplazarían, pero esperemos que para entonces ya haya una solución", destacó Imanol Alguacil en la rueda de prensa previa a medirse al Eibar.
"Llegar a una final y jugar sin público, estoy seguro de que los que tienen que hacerlo lo aplazarían"
Imanol alguacil
Entrenador de la Real Sociedad
"Todo es posible y va a depender de la duración y magnitud de la enfermedad"
Sonia Pérez
Consejera de Turismo