No hace ni una semana de la publicación de la crónica de la carrera de Lezo-Jaizkibel y ya estamos de nuevo metidos en harina. En esta ocasión la localidad y alrededores a visitar no es otra que la preciosa villa de Artziniega. Esta localidad alavesa de la cuadrilla de Ayala está enclavada en un paraje espectacular, rodeada de montañas, modestas algunas y otras, situadas en la cercana Sierra Salvada, no tanto.

La marcha que nos espera es ya la undécima ocasión que se celebra y se trata ya de una prueba clásica en la zona. Además, sirve como homenaje a José María Yarritu Yarri, célebre vecino de la localidad alavesa, fallecido en 2002 y autor del libro Recorridos por Artziniega y alrededores, donde describe distintos itinerarios que, de paso, sirven de excusa para conocer el entorno de la Villa de Artziniega y municipio de su nombre y se adentra también en la historia, etnografía y patrimonio de la Villa y su alfoz.

Tenemos este próximo domingo 1 de marzo dos recorridos a elegir: uno corto de once kilómetros con salida a las 9.30 horas de la mañana y uno largo de 22 kilómetros, con cima en Peñalba, Otsati y Pico de la Cruz, con inicio a las 8.00 desde el frontón de Artziniega. Yo he elegido este último; cabe decir, que el recorrido largo no varía mucho el de años anteriores, siendo una mezcla de los últimos tres años. Por ejemplo, a diferencia de los dos últimos se ha reducido ligeramente el kilometraje en unos cuatro kilómetros, principalmente en la última ascensión al Pico de la Cruz y su posterior descenso, que haremos de manera más directa.

Para empezar, habrá que estar antes de la ocho de la mañana en el frontón de Artziniega preparados para pasar un gran día de montaña, aunque ello suponga un buen madrugón otro fin de semana más. Pero como dice el refrán, sarna con gusto no pica. El comienzo será tranquilo, como suele ser costumbre en este tipo de pruebas, a excepción de unos cuantos que salen ya con la tercera o incluso la cuarta marcha puesta. Tras unos primeros metros por las calles del pueblo, tomaremos ya dirección Peñalba, nuestro primer buzón en esta marcha. Dos kilómetros y medio de subida suave para calentar piernas, un pequeño descanso de un kilómetro y, tras un giro de 180 grados, acometeremos la última pala, larga pala de 1,5 kilómetros con buen desnivel hasta las antenas y su cercano buzón cimero.

Tras disfrutar de la panorámica en el punto más alto de la marcha, tenemos por delante un largo descenso de casi cuatro kilómetros y medio, por multitud de terrenos, sendero, pista e incluso carretera, la que une las poblaciones de Retes de Tudela y Gordeliz, lugar donde estará situado el avituallamiento. Por ahora el terreno ha sido benévolo, ya que a pesar de haber sitios donde nos encontraremos barro, no serán muchos, cosa que cambiará a partir de este momento.

Una zona de barro perpetuo Es cierto que no estamos teniendo un invierno muy lluvioso, pero si hay algo que caracteriza esta marcha es el barro, casi perpetuo en esta zona. A los que nos gusta, como a mí, disfrutaremos como niños; otros no lo harán tanto. Dejamos Gordeliz y nos adentramos en la subida al Otsati. En esta subida lo mejor es sin duda el inicio. Es la parte más dura, pero ir durante un kilómetro pegados al arroyo de Aguera, incluso en tramos por dentro de su cauce, es un privilegio. Se trata de una zona muy bonita, muy húmeda y llena de barro seguramente, pero es un sendero estrecho con un paisaje impresionante. La parte final nos permitirá subir con más comodidad, ya que se trata de una pista mucho más ancha, quitando el último trozo antes de llegar a la cima donde transitaremos de nuevo por un sendero estrecho. Para bajar tomaremos de nuevo la pista grande hasta llegar a Sojoguti. Esta también será una zona donde el barro puede estar presente en grandes cantidades.

Nos queda la última subida y ya llevamos 15 kilómetros, por delante otros siete más para llegar a la meta. El primer tramo después del punto de control también es muy agradecido ya que vamos por un sendero muy bonito pegando a la carretera que une Artziniega con Sojo. Casi al final del sendero, ya en subida, transitaremos unos metros por dicha carretera para justo casi de inmediato tomar en el barrio de Berrones un camino a mano izquierda que nos lleva después de una dura subida, sobre todo en su parte intermedia, de casi dos kilómetros a nuestro última cima de la mañana, el Pico de la Cruz.

Ahora toca bajar. Y veremos cómo bajamos. Tengo el recuerdo de las veces que he bajado por este camino de ser una zona muy embarrada, incluso con tramos donde mantener la verticalidad es tarea más propia de equilibristas que de montañeros. Pero bueno, sea en vertical o de cualquier otro modo seguro que pasamos ese tramo de 500 metros para acceder a una pista que ya de manera fácil nos conducirá a la parte final del recorrido. Cabe destacar el precioso paso por un puente justo antes de la entrada a Artziniega. Un kilómetro más adelante ya tendremos delante el frontón, lugar del final de la marcha. A buen seguro que el amaiketako con morcilla recién hecha nos servirá para reponer parte de las fuerzas gastadas en esta bonita salida.

Por ultimo, señalar que en la página web del club de monte Gantzorrotz es posible apuntarse de forma totalmente gratuita a la marcha, así como también será factible hacerlo en los minutos previos a la salida de ambas pruebas. Se trata de una magnífica manera de disfrutar de la mañana del domingo en este precioso enclave alavés. Nos vemos este domingo en Artziniega. ¿Corréis conmigo?

Programa carrera

Domingo 1 de marzo

Amaiketako final de la marcha

Duchas en el frontón

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