El hundimiento del arco logroñés de puente Mantible ha tenido su puntilla final en el aumento del caudal del río Ebro durante estas jornadas recientes, pero muchas voces llevaban reclamando desde hace décadas alguna actuación para sujetarlo porque su deterioro era evidente. Su base estaba socavada por el agua y la pilastra mostraba un peligroso giro que ya le había hecho perder algunas dovelas del arco.

No sucedía lo mismo con el arco que se encuentra en la orilla alavesa, en terrenos de Laserna, de Laguardia. Allí se apreciaron importantes daños por falta de conservación, la acción del río y el paso de los siglos y la Diputación realizó una actuación urgente en el año 1983 para reforzar su base. Esos trabajos y el estado en que se encontraba se pueden ver en estas imágenes tomadas por el fotógrafo de Laguardia, José Miguel (Josemi) Rodríguez, y su madre, Encarni, restauradas por Faustino Luis Ayala, de la casa-museo Abadía de Morata.

El llamado puente romano de Mantible de Álava/La Rioja, ya que hay otro con el mismo nombre en Cáceres, en Garrovillas de Alcornétar llamado de Alconétar o de Mantible, en el itinerario de Antonino y era pieza clave de la Vía de la Plata para pasar el río Tajo, fue declarado Monumento Nacional por Decreto 430/1983.

Los restos del puente se sitúan a ambos márgenes del río Ebro, a unos siete kilómetros al noroeste del centro de Logroño en un pronunciado meandro en las proximidades del barrio del Cortijo (Logroño-La Rioja) y del barrio de Laserna (Laguardia-Álava).

De lo que fue, quedan el arco de la margen izquierda, la alavesa, tienen una luz de 20,40 metros y una altura libre de paso de 11,90 metros medida desde la cota de la lámina de agua del cauce, y el de la derecha -el riojano- que tenía una luz de 10,20 metros y una altura libre de paso de 10,20 metros desde el cauce.

Si hubiera llegado completo hasta nuestros días, podríamos ver uno de los mayores puentes romanos de nuestro país, con una longitud de unos 164 metros por 5 metros de ancho y una altura máxima de 30 metros y un diseño de siete arcos de medio punto de diferentes luces realizado en piedra de sillería.

Puente romano

Sobre su origen existen opiniones. Unos hablan de origen medieval, pero la versión más extendidas es que era un puente romano del siglo II, que formaba parte de importantes vías de comunicación.

Un estudio de Jesús María Pascual Fernández, recogido en un informe de la Real Academia de San Fernando, a la que hace unos meses se pidió amparo por parte de un especialista en puentes históricos para tratar de impedir el colapso del puente, cuenta que al otro lado del barrio logroñés de Vareia (Varea) “estaba la población de Asa, donde se han hallado restos romanos, entre ellos inscripciones. También han aparecido en Angostina, Marañón y Santa Cruz de Campezo, Gasriain, lo que puede indicar una ruta romana por estas poblaciones para enlazar con la supuesta de Lodosa por Curnonium (Los Arcos) a Tullonium (Alegría, de Alava), por donde pasaba la vía de Aquitania”.

Otro estudioso, en 1943 afirmaba conocer la existencia de un camino romano que iba de Marañón a Asa. Junto a esta opinión de unir el puente Mantible a Viana por una ruta romana que pasara por Agostina y Marañón, conociendo las tierras de Lanciego y estos pueblos citados, comprendemos la dificultad de un trazado por estas laderas montañosas, y no por ello se carece de restos viarios. Nos parece igual de viable la opinión de que el propio Monte Cantabria tuviera una vía de unión con esta calzada por medio del Camino Viejo de Oyón y que otra unión desde Cantabria a esta línea podría hacerse por el Camino Viejo de Viana. Así, el Monte Cantabria y Varea estarían unidos a esta calzada, que en Los Arcos alcanzaría la vía de Pamplona”.

Falta de interés

A pesar del estado en que se encontraba el lado logroñés, las medidas para solucionarlo no pasaron de ser buenas palabras en los presupuestos municipales desde el año 2003. Así lo aseguraba el actual concejal responsable de ese área, Adrian Calonge, quien comentaba que había “noticias de tramitaciones de acciones de mantenimiento para el Puente Mantible desde el año 2003, en cuyo Presupuesto Municipal se contemplaba algún tipo actuación. Algo que se repite en años posteriores sin ningún tipo de actuación final”.

En sus declaraciones de estos días, el edil de Patrimonio y Centro Histórico, añadía que “entre los años 2008 y 2010 se presupuesta una asistencia técnica para valorar el estado del puente. Sin embargo, con esta labor ya realizada, se produce el cambio de Gobierno con la llegada de Cuca Gamarra (2011) y el proyecto queda de nuevo en un cajón”.

Los presupuestos municipales de 2013 y 2015 de nuevo hacen mención a esta estructura, pero tan solo se centran en meras tareas de mantenimiento que, además, no se llegan a ejecutar. En 2017, la Oficina de Rehabilitación Municipal alerta sobre el estado de Puente Mantible a raíz de un estudio realizado por el Laboratorio de Documentación Geométrica del Patrimonio, del Grupo de Investigación en Patrimonio Construído, de la Universidad del País Vasco, poniendo en evidencia el pésimo estado de la orilla logroñesa, pero lo que se hace es volver a presupuestar una asistencia técnica para hacer un informe de cargas que, tras ser previsto de nuevo en 2018, se termina entregando en el año 2019.

Quien insiste para que se tome alguna medida es el concejal regionalista, del Partido Riojano, Rubén Antoñanzas, quien en un pleno en enero de 2017, tras un reportaje en televisión, propone la necesidad de sacar del cajón el estudio estratégico y Plan Director para la puesta en valor del puente Mantible y su entorno elaborado en 2010 “y se entregue a los grupos municipales y se estudie, por parte de los técnicos municipales, para ver si en la actualidad es viable su ejecución o es necesario elaborar uno nuevo". Todo para que en seis meses "se presente al Pleno una propuesta de recuperación del puente Mantible".

La realidad es que los grupos municipales de Logroño miraron hacia otro lado en aquella ocasión: Ciudadanos se inclinó por la abstención porque aunque "lamentamos tener que debatir sobre la infravaloración de nuestro patrimonio arqueológico, la conservación no puede estar sujeta a modas".

Por su parte, el PSOE, en voz de Beatriz Arraiz dijo que "tenemos mucho patrimonio que no recibe la atención que debe recibir por parte de las administraciones" y por ello "nosotros hemos presentado otras mociones hablando de la necesidad de un plan director de arqueología para divulgar nuestro patrimonio".

Finalmente, el portavoz del PP, Pedro Sáez Rojo, lamentó que el puente Mantible "vuelva a ser noticia ahora tras salir en un canal de televisión" y pidió que "se conozca bien la situación". Sáez Rojo ha indicado, además, que el estudio del que se dispone en la actualidad "no cuenta con ningún arqueólogo en su intervención" y por ello "hay que ser riguroso y encargar un estudio que nos date esos restos porque a partir de ahí podremos trabajar en un plan director para ver qué hacer exactamente".

Prisas a última hora

El tema vuelve a quedar en el cajón durante otro año y en 2019 se encarga a la firma VAULT-ZAFRA S.L.P. un informe del que se hace eco, un año despues la adjunta de Rehabilitación de la Dirección General de Arquitectura y Rehabilitación y Espacios Urbanos del Ayuntamiento de Logroño, que con fecha 6 de febrero de 2020 reclama que en esos informes “se describen las graves patologías que afectan a la construcción y el riego existente de que se produzca su colapso estructural; lo que conllevaría la irreparable pérdida del Monumento. Esta situación, acompañada de la acción de los agentes atmosféricos y los empujes de las aguas del caudaloso río Ebro, está provocando la disgregación de la construcción, apreciándose periódicamente pérdida de sillares, cayendo al cauce, que evidencian la proximidad de su colapso general”.

A ello se suma que la Real Academia de San Fernando dedicó, también a primeros de 2020, una de sus sesiones a estudiar un amplio informe enviado por Francisco Javier León, ingeniero de caminos, profesor en la Escuela de Madrid y experto en puentes de piedra históricos avisando de un cercano colapso y proponiendo medidas urgentes.

Esa urgencia pone nerviosos al Ayuntamiento y al gobierno regional, que en mayo anuncian acciones de estudio y licitación de obras en dos fases.

La primera conllevaría ya una intervención física para evitar el deterioro o la caída completa de la parte logroñesa de Puente Mantible. Así, se centraría en la consolidación y restablecimiento del pilar o pila; se colocarían unos tirantes de acero para reforzar dicha pila y evitar su giro; se realizarían los trabajos de sellamiento de una importante oquedad detectada tras la realización de una prueba subacuática el pasado mes de agosto, algo que no se había realizado hasta la fecha; se colocaría bajo el arco una estructura de madera y metal, anclada al suelo, para que se facilite su asentamiento, evite la caída de dovelas y permita que los cinco puntos de rotura que existen actualmente no se continúen agravando.

En paralelo, se iba a proceder a la limpieza de maleza y la posterior revisión de todos los elementos ocultos hasta la fecha, como sillares, etc., Y su posterior restauración y conservación.

Restauración

En una segunda fase se entraría en la restauración. Considerando que para entonces la estructura no se encontrará en una situación de riesgo inmediato, esta intervención se realizará sin demora ya que la estructura de sujeción o cimbra instalada bajo el puente se encontrará expuesta a las avenidas del Ebro, por ejemplo, provocadas por el deshielo.La intervención en esta fase del proyecto conllevaría la recuperación de las dovelas desprendidas; la reparación de las dovelas fragmentadas que sean recuperables; la reintegración por sustitución de las no recuperables; el montaje del arco por anastilosis; y el desmontaje del arco de sujeción.

Ambas fases, la de consolidación y la de restauración, estaban presupuestadas por un total de 703.460,80 euros.