GASTEIZ - Los Ángeles ha pasado por una época gris en los últimos años en cuanto a baloncesto se refiere, ya que la ciudad no ha estado en situación de ganar un anillo desde la temporada 2009-10, en la que los Lakers se proclamaron campeones liderados por Kobe Bryant y Pau Gasol. Desde entonces, las dos franquicias que juegan en el Staples Center han tratado de encontrar una fórmula ganadora, sin éxito. Los fracasos se han ido sucediendo desde entonces tanto en los Lakers como en los Clippers y, para mayor humillación, sus vecinos de Golden State han conseguido tres títulos en ese intervalo de tiempo.
En la franquicia púrpura y dorada intentaron aprovechar los últimos años de Kobe para ganar el anillo, pero lo único que consiguieron fue cargar el equipo de jugadores con altos salarios y bajo rendimiento. Dos de las operaciones más sonadas fueron las de Dwight Howard y Steve Nash, que llegaron para formar un superequipo con Gasol y Bryant, pero la mamba negra sufrió una lesión en el tendón de Aquiles, la más grave de su carrera, y echó por tierra todas las opciones de los Lakers. Para colmo, dejaron escapar al ahora All Star D’Angelo Russell y el curso pasado ni siquiera consiguieron construir alrededor de LeBron James una plantilla capaz de entrar en playoff.
Los Clippers, por su parte, siempre han vivido a la sombra de los Lakers, pero en los últimos tiempos han llegado a tener equipos mucho más potentes que los de sus enemigos. De hecho, lograron juntar un quinteto de ensueño con Chris Paul, JJ Redick, Matt Barnes, Blake Griffin y DeAndre Jordan, con un banquillo muy sólido a sus espaldas. Sin embargo, se estrellaron una y otra vez contra el muro de la semifinal de conferencia.
Fichajes de otra galaxia Todas las temporadas de angustia han quedado atrás este verano. Los Lakers han dinamitado el proyecto de futuro que con tanto esmero han trabajado los pasados cursos y han creado un equipo para ganar inmediatamente, presionados por el peso de contar con un jugador tan competitivo como LeBron James en sus filas. El alero pidió a Anthony Davis, el mejor pívot de la NBA, y se lo han dado. Para ello, han tenido que deshacerse de los jóvenes talentos Brandon Ingram, Lonzo Ball y Josh Hart, que se han marchado rumbo a New Orleans. La franquicia ha cubierto sus bajas con fichajes de jugadores veteranos pero eficientes como Danny Green, Avery Bradley, Jared Dudley y, el más sorprendente, Dwight Howard, cuya desastrosa primera etapa en la entidad aún resta horas de sueño a los seguidores de la franquicia. Entre todas estas incorporaciones la más interesante es la del triplista consumado Green, figura que echó mucho en falta LeBron James el curso pasado.
Todos ellos se unirán a otros veteranos que ya estaban el curso pasado como Kentavious Caldwell-Pope, JaVale McGee o Rajon Rondo. Kyle Kuzma es el único resquicio que queda de aquel equipo de jugadores con futuro brillante. El ala-pívot fue el segundo mejor jugador del equipo la pasada campaña con 18,7 puntos por partido, lo que lo llevó a ir convocado al Mundial con Estados Unidos, y este año será una pieza fundamental.
La tendencia al envejecimiento del equipo se ha notado incluso en el banquillo, donde Frank Vogel ha relegado a Luke Walton. Su tarea será vigilada con lupa, ya que todo lo que no sea llegar a la final de la NBA será considerado un fracaso después del abundante desembolso realizado por la franquicia para conseguir el cuarto anillo para LeBron James.
los clippers fichan al mvp Sus vecinos no se han quedado de brazos cruzados. Si los Lakers han conseguido fichar a Anthony Davis, los Clippers han doblado la apuesta y se han hecho con los servicios de Kawhi Leonard, MVP de las pasadas finales, y Paul George, finalista al MVP de la NBA el curso anterior. Leonard dejó boquiabierto a todo el mundo del baloncesto al convertir a Toronto Raptors en campeones de la NBA por primera vez en la historia la pasada campaña, con actuaciones memorables en playoff. Aún y todo, el californiano quería regresar a su tierra y fue tentado por los Lakers, deseosos de juntarlo con Anthony Davis y Lebron James y romper la liga. Los Clippers, por su parte, vieron una oportunidad única y se lanzaron a por él. Su condición: fichar a Paul George para convertirse en aspirante. Dicho y hecho, Leonard prefirió enfrentarse a James antes que unirse a él.
Los Clippers han perdido a Gallinari y a Gilgeous-Alexander para hacerse con George, pero han mantenido a piezas fundamentales como Beverley, Shamet, Zubac, JaMychal Green y, sobre todo, Lou Williams, posiblemente el mejor sexto hombre de la NBA, una auténtica máquina de anotar que multiplica su efectividad en los minutos decisivos de los partidos. El año pasado pusieron en apuros a los Warriors sin George ni Leonard. Esta vez aspiran a todo de la mano de su entrenador Doc Rivers, un seguro de vida para la franquicia.
LeBron James, Kawhi Leonard, Paul George y Anthony Davis están sin duda entre los diez mejores del mundo, y hay quien incluiría a los cuatro en su quinteto ideal. Pocas veces ha habido tanta concentración de talento y ego en la misma ciudad. Las exigencias son máximas y solo uno de los dos equipos podrá llegar a la final de la NBA. James busca su cuarto anillo, Leonard su tercero. Los Rockets, los Warriors y compañía, clavar la enésima espina en Los Ángeles.