barcelona - El delantero Luis Suárez, lesionado muscularmente hace prácticamente un mes, realizó ayer parte del entrenamiento con el equipo, mientras que Leo Messi aún no se ha incorporado a la dinámica grupal y se mantiene la incógnita sobre su presencia el próximo sábado ante el Valencia, aunque se da por prácticamente descartado. Lo que parecía una lesión de escasa importancia (se dijo que incluso podría estar listo ante el Athletic, en la primera jornada liguera) se ha convertido en un problema para el Barça, que sin su gran referente ha iniciado deficiente el campeonato.
Messi se lesionó en el sóleo en el primer entrenamiento de pretemporada (5 de agosto) y es baja desde entonces, ya que ni siquiera pudo desplazarse con el equipo a la gira por Estados Unidos.
La lesión le sigue generando unas molestias que no acaban de desaparecer y tanto el futbolista como los médicos han optado por la prudencia y por no forzar su reaparición para no provocar una recaída.
Messi, de hecho, ya parecía a punto de jugar en la segunda jornada de Liga, ante el Betis en el Camp Nou. Su evolución era positiva y prometedora, pero a falta de dos días para el partido volvió a notar molestias y el jugador y los médicos decidieron no arriesgar. Tampoco viajó a Iruñea para jugar ante Osasuna.
Suárez, que podría recibir el alta para jugar el sábado, se lesionó durante el primer partido de LaLiga en San Mamés (16 de agosto).
Ernesto Valverde deberá evaluar si cuenta con ambos para el partido del próximo sábado ante el Valencia. Todo apunta a que el uruguayo estaría disponible, pero el argentino no.
Por otro lado, el Barcelona no ha descartado aún el regreso de Neymar, según admitió en Colombia el directivo del club catalán Javier Bordas, quien sin embargo tampoco garantizó que el futbolista brasileño pueda volver en el mercado de invierno. - DNA/Efe