donostia - El sábado arranca la primera edición de la Euro Basque Rugby Challenge, competición que se desarrollará hasta el próximo 7 de septiembre y en la que participarán un total de siete equipos: Aviron Bayonnais, Hernani y Getxo, que quedaron encuadrados en el Grupo A; y Biarritz Olympique-Pays Basque, Anglet, Ordizia y Bera Bera, que conforman el Grupo B. Es decir, el rugby de Iparralde y el de Hegoalde se unen para comenzar un proyecto que, según Iñaki Laskurain, presidente de la Federación Vasca, supone “el primer paso para que nuestros clubes participen en nuestra propia competición”.

Tras un largo proceso, el sábado se inicia el Euro Basque Rugby Challenge, ¿cómo se encuentra?

-Bien, pero ha sido muy complicado llegar hasta aquí porque al final cada equipo va a su guerra y es difícil, como federación, hacer café para todos.

¿Cómo ha sido el proceso desde que surge la idea hasta que se desarrolla el torneo?

-Esto surgió por la convergencia de tres puntos. Por un lado, en 2015, la Federación Vasca hizo un plan estratégico y se planteó la necesidad de potenciar las relaciones con Iparralde por el nivel deportivo que allí había. No hay que olvidar que el rugby a Gipuzkoa entró por Iparralde y era necesario institucionalizar esa relación. Además, más de la mitad de los clubes de División de Honor B son vascos y el 75% de sus presupuestos se van en licencias y viajes, así que luego no tienen dinero ni para captación ni para monitores. El segundo punto es porque tanto en Iparralde como aquí ha bajado el número de licencias, muchos equipos han tenido que juntarse para sobrevivir.

¿Y cuál es el tercer punto?

-En 2014, el Parlamento Vasco insta al Gobierno vasco a hacer un estudio para crear un marco vasco de competición y entonces se encuentran que nosotros ya vamos por delante en ese tema. Primero hicimos un grupo de trabajo con Aquitania, luego también se unió Nafarroa porque, de hecho, los equipos navarros participaban en la Liga Vasca gestionada por la Federación Vasca porque les pillaba más cerca y porque había más nivel. Y algún equipo de Lapurdi y de La Rioja, también. Es decir, la Federación Vasca gestionaba desde Lapurdi hasta La Rioja. Y así surgió la idea en líneas generales.

¿Y cómo se llevó a cabo?

-Pues se habló con los clubes, en cómo estructurarlo todo, y se decidió dividir el acuerdo en dos grandes bloques: por un lado la formación, la tecnificación de jugadores y técnicos, los cursos y demás... Y, por otro, la competición en sí misma. Queremos hacer varias categorías, estaría la categoría A y la B, que sería con equipos de regional, que tenemos que empezar a mover. Pero para la Euro Basque Rugby Challenge hemos tenido que reajustar muchas cosas porque esto se iba a aprobar en junio del año pasado y finalmente se aprobó en noviembre. Por eso se pensó en darle, de momento, el formato de pretemporada para hacerlo más sencillo para los clubes. También se intentó una categoría femenina, pero la respuesta de Iparralde no fue la adecuada.

Centrándonos ya en la competición que comienza el próximo sábado. ¿Cuál es el objetivo de esta Euro Basque Rugby Challenge?

-La idea es dar el primer paso para intentar que nuestros clubes participen en nuestra propia competición basada en el nivel deportivo y en la gestión de recursos. Es decir, basada en la optimización de los procesos de competición y de los recursos de los clubes. Porque la mitad de los equipos de División de Honor B son vascos y porque la Federación Vasca ha protagonizado una buena subida de licencias gracias a la categoría femenina y a la sub-16 que han metido muchos clubes. Así que la excusa de que Honor B genera más es mentira porque licencias no genera, solo gasto para no crecer. El problema actual es el deporte federado de competición y en Iparralde pasa igual.

Los equipos de Iparralde son muy superiores, incluso se dice que alguno va a jugar con su equipo B.

-No, vienen con un equipo de jugadores sub-23 combinado con gente que ha pasado los 23 pero que está luchando por entrar en el primer equipo y con jugadores que vienen de lesiones y pretenden recuperarse. Algunos de ellos tienen contrato profesional y, de hecho, el año pasado cuando el Aviron se quedó sin objetivos a mitad de liga, comenzó a meter a todos estos chavales para que se fueran fogueando. Así que para nada vienen con el equipo B.

¿Quién cree que es el favorito para ganar esta primera edición?

-Pues teóricamente el Biarritz o el Aviron. Luego otra cosa es con qué intensidad se pongan a jugar.

Quieren que no sea una competición solo de pretemporada.

-Eso es, esto es un inicio y nos sirve para ver qué recursos tenemos. Lo que perseguimos y lo que se ha aprobado es que luego la competición esté gestionada por los propios clubes, al igual que ocurre en remo, con acuerdos puntuales con las federaciones.

La meta es que cada vez se unan más equipos y hacer más jornadas.

-Exactamente, el objetivo es que en un futuro esto pase a ser la competición de los clubes vascos, que dicha competición esté gestionada por esos mismos clubes y que los acuerdos con las federaciones sean para el arbitraje, el antidoping, las selecciones... Porque las federaciones no estamos para fiscalizar, sino para colaborar. Para hacer que todos avancen.

¿Y barajan algún margen de tiempo para hacer crecer esta competición?

-En teoría para 2020 deberíamos tener creada una competición más consolidada.

2020 está a la vuelta de la esquina.

-Pero es que íbamos a empezar en 2018, pero ya se sabe que los asuntos de palacio van despacio. Se iba a aprobar en junio del año pasado y, si hubiera sido así, ya tendríamos un año de ventaja para ajustar las cosas, ver si seguimos con esto o no.

¿Esta Euro Basque Rugby Challenge es de prueba?

-Sí, es eso. Al final, esta competición va a ser lo que nosotros y los clubes queramos. Dijimos: Tenemos seis equipos en División de Honor B, ¿por qué no participar en una Liga Vasca? Porque participar en las competiciones españoles conlleva hacer una cadena de licencias y de categorías que económicamente a los clubes no les da. Aparte, ahora estamos viendo a estos equipos con siete u ocho extranjeros, incluso a equipos de regional fichando y me parece patético. Porque si no da, no da. Hay que hacer una reflexión sobre qué rugby queremos, si un rugby vasco de postal, de solo nombres, o un rugby vasco jugado por vascos y vascas.