Val Thorens - A la espera de resolver su futuro -el Bahrain parece el destino más plausible del ciclista aunque el Movistar no descarta su renovación- un asunto aplazado para la próxima semana, Mikel Landa concluirá el Tour en el sexto puesto de la general tras brillar en los Pirineos y padecer en los Alpes, donde el escalador llegó con menos chispa, si bien fue tercero en la última jornada alpina, en la que venció Nibali. Landa intentó cazar al italiano en el tramo final, sin éxito. Valverde, que se impulsó después, pudo con el alavés. “Ha sido una pena. Todos sabemos lo bueno que es Nibali, y cuando va en una fuga siempre es difícil pillarle. Alejandro y yo hemos llegado bien a ese último repecho y ha sido una pena no conseguir la victoria, pero es que toda la subida ha sido muy asfixiante y difícil. He visto a Nibali, pero en cuanto he visto el cartel de últimos 400 metros sabía que iba a ser difícil mantener ese ritmo de ataque”, expuso el de Murgia.
Reconoció Landa la dureza de la tercera semana del Tour, cuando asomaron los Alpes, aunque recortados .“Al final, me ha sobrado montaña”, dijo en Eurosport el de Murgia, consciente de que la Grande Boucle le ha servido como aprendizaje a pesar de no haber podido acceder al podio, que le quedó a casi tres minutos. “Este Tour me ha servido para mucho. Vine con el objetivo del podio, la caída (perdió 2:08) me apartó del mismo y fue difícil seguir adelante, pero por suerte volví a disfrutar en Pirineos, arrancando, haciendo lo que quería. He sufrido mucho y he aprendido lecciones que, de cara al año que viene, seguro me servirán”. Mikel Landa fue el mejor del Movistar, un equipo que arriesgó más que en otras ediciones del Tour, pero que nunca tuvo un líder único. Una metodología que penalizó al alavés, que llegó al Tour desde el cuarto puesto del Giro. - C. Ortuzar