España80
Alemania62
ESPAÑA Alocén (18); González (10), Rosa (9), Martínez (18), Ehigiator (6) -cinco inicial-, Busquets (3), Galán (2), Sola (6), Parrado (4), Puerto (4) y Cuevas (-).
ALEMANIA Volker (7), Achim (6), Hassfurther (8), Herkenhoff (9), Mattisseck (11) -cinco inicial-, Obiesie (7), Vrcic (11), Matthias (-), Ihnen (-), Kraushaar (-), Seric (3) y Thiemann (-).
Parciales 25-23; 19-16; 20-14; 16-9.
Pabellón Shlomo Group Arena de Tel Aviv.
vitoria - Miguel González será ya, como mínimo, medalla de plata en el Europeo sub-20 que viene celebrándose desde hace días en Tel Aviv (Israel). El exterior vallisoletano del Baskonia, una de las figuras indiscutibles de la selección española junto a Carlos Alocén y Sergi Martínez, obtuvo ayer el billete para la final de este evento tras una plácida victoria (80-62) ante Alemania, que a diferencia de Turquía en la ajustada eliminatoria de cuartos de final nunca pudo plantar cara a los discípulos entrenados por Joaquín Prado, claros dominadores de principio a fin.
De esta manera, España volverá colgarse una medalla en esta categoría, tras el paréntesis de los dos últimos años, y después de diez sin bajarse del podio -desde 2006 a 2016 incluido- con dos medallas de oro (Bilbao 2011 y Helsinki 2016).
A pesar de ser dos equipos que se conocían mucho, ya que jugaron en la fase de grupos con triunfo español (78-66), las dos selecciones salieron con pocas precauciones defensivas, como se plasmó en el marcador al final del primer cuarto (25-23) a favor de España, gracias al alto porcentaje de acierto en los lanzamientos, con posiciones claras ante unas defensas algo blandas, y donde la selección tan solo cometió una falta en el primer cuarto.
Poco a poco, los dos conjuntos fueron metiendo mucha más tensión en defensa. Y ahí fue donde España empezó a funcionar. Ausente Joel Parra, por lesión, los Pep Busquets, Sergi Martínez, Miguel González, Ignacio Rosa, Carlos Alocén y compañía comenzaron a imponer otro ritmo más frenético al choque, que se tradujo en el comienzo del despegue en el marcador a falta de dos minutos para el intermedio, al que se llegaría con 44-39.
El paso por los vestuarios no cambio mucho el panorama. Los de Joaquín Prado mantuvieron la misma línea de juego y poco a poco fueron poniendo distancia ante un conjunto alemán al que cada vez le costaba más anotar. A ello se unió que la igualdad de los albores en el rebote se tornó en otro aspecto en el que los pívot españoles pasaron a dominar (46 por 33 en el global).
Un casi definitivo 56-42 -tras un parcial de 13-5- a poco para llegar al ecuador del tercer cuarto fue un fiel reflejo de lo que ocurría en la cancha. El juego coral de España contrastaba con las individualidades del rival, a las que ya no les salía todo como en el arranque. Fue cuestión de mantener la calma y la concentración, como ya ocurriese en el primer enfrentamiento entre ambos, cuando también los españoles se fueron tras el descanso.
Y de eso sabe mucho esta generación, acostumbrada a pelear por el podio. A todo ello ayudó que Carlos Alocén calentase la muñeca en el tercer cuarto, al que se llegó ya con ventaja de once (64-53). Tanto él como Sergi Martínez fueron los máximos anotadores con 18 puntos. El esperado arreón final de los alemanes no terminó de producirse y España siempre estuvo por encima de los diez tantos de ventaja en el último cuarto, lo que acabó con la moral de unos germanos obligados a bajar los brazos con el 80-62 definitivo. - DNA/Efe