La verdad es que la etapa no tuvo gran cosa. Era evidente que la jornada se resolvería al esprint a pesar del empeño de Offredo y Rossetto, que se metieron 218 kilómetros de escapada entre pecho y espalda. Una barbaridad. En la volata, Dylan Groenewegen mostró su enorme punta de velocidad para batir a Caleb Ewan y Peter Sagan. El Jumbo sigue de racha en esta primera semana del Tour y suma su tercer triunfo después de los logrados con Teunissen, en la jornada inaugural, y por el propio equipo en la contrarreloj de escuadras. Por lo demás, asistimos a la etapa más larga del Tour de Francia. Nada menos que 230 kilómetros tras la paliza de la jornada que concluyó en la Planche des Belles Filles. La etapa, larguísima, obligó a que los corredores se pasaran más de seis horas encima de la bicicleta, por lo que optaron por tomárselo con calma. Esa clase de esfuerzos se van acumulando. Seguro que no fue un día fácil para los que compitieron. En un carrera de tres semanas el desgaste es muy alto y una etapa maratoniana siempre se hace notar en las piernas.