España36

Egipto31

ESPAÑA Pérez de Vargas; Solé (7, 2p), Gurbindo, Gedeón Guardiola, Morros, Cañellas (9) y Ángel Fernández (1) -siete inicial-. Corrales (ps), Raúl Entrerríos (5), Alex Dujshebaev (1), Aginagalde, Aleix Gómez (4), Ariño (3), Goñi (2) y Figueras (4).

EGIPTO Eltayar; Sanad (2), Elahmar (7, 3p), Abdou, Eissa (3), Abdelrahim (1) y Shebib (6) -siete inicial-. Hendawy (ps), Omar (3, 1p), Khairy, Hagag (2), Elmasry (1), Nawar, Elwakil (3), Elderaa (1) y Zeinelabedin (2).

Goles 3-2, 6-5, 10-10, 13-12, 14-14 y 17-18 (descanso); 20-21, 25-22, 28-24, 31-28, 35-28 y 36-31 (final).

Árbitros Gjending y Hansen (Dinamarca). Descalificaron con roja directa al jugador de Egipto Ibrahim Elmasry (m.17). Además, excluyeron por dos minutos a Morros y Cañellas (2) por España; y a Eissa, Zeinelabedin y Elwakil, por Egipto.

Pabellón Jyske Bank Boxen de Herning (Dinamarca), ante unos 5.000 espectadores.

herning (dinamarca) - La selección española de balonmano no falló y se aseguró un puesto en los preolímpicos, tras imponerse ayer por 36-31 a Egipto, en un encuentro en que el conjunto español, atenazado por la presión, no pudo decantar a su favor hasta bien entrada la segunda mitad. Si para España no había margen de error, para Egipto concluir con una victoria o una derrota no iba a variar su buen papel en un Mundial en el que pocos esperaban que los norteafricanos llegaran tan lejos.

Una circunstancia que no tardó en reflejarse sobre la pista, en la que los Hispanos siempre destilaron una sensación de ansiedad, que sólo sirvió para lastrar su juego. Especialmente en defensa, donde los de Jordi Ribera sufrieron lo indecible para controlar las eléctricas acciones de uno contra uno con las que los egipcios concluyeron cada uno de sus ataques. Un problema que España pareció poder atajar gracias a las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, que tranquilizaron los nervios del equipo español.

De hecho, la selección española pareció en disposición de abrir brecha en el marcador con dos robos consecutivos de balón, que le permitieron situarse con una renta de dos goles (7-5) superados los diez minutos de juego. Pero la prisas por romper el partido lo antes posible se convirtieron en el peor enemigo del equipo español, que en su afán por marcar rápidamente llenó de errores innecesarios sus transiciones.

Unas prisas que también lastraron el trabajo defensivo de España que, en su empeño por recuperar balones y más balones, perdió más de lo conveniente la posición, facilitando la tarea a los atacantes egipcios.

Ribera optó por el 5-1 defensivo, con Aitor Ariño de avanzado, cuya labor empezó a dar sus frutos en el tramo final de la primera mitad. Al descanso, los Hispanos se marcharon uno abajo (17-18).

La frenética actividad de piernas de Ariño no tardó en contagiarse al resto de sus compañeros, que en la segunda parte cerraron todos los caminos al gol a una selección egipcia que encadenó una y otra pérdida de balón. Cuando no perdió el balón, los jugadores egipcios se estrellaron con un inspirado Gonzalo Pérez de Vargas, que con sus paradas acabó por derribar la resistencia del equipo norteafricano, que dirige el español David Davis.

Un trabajo defensivo que permitió a España distanciarse, por fin, en un marcador que reflejaba a los 40 minutos una tranquilizadora renta de cuatro tantos (26-22) para los de Jordi Ribera. Pero ni aún así dejó de defender el equipo de los navarros Iosu Goñi y Eduardo Gurbindo, que no estaba dispuesto a que nada ni nadie le arrebatase la plaza en los torneos preolímpicos.

Un objetivo con el que pareció especialmente comprometido un espectacular Joan Cañellas, autor de nueve dianas, que encarriló definitivamente el triunfo para el equipo español con un descomunal tanto desde once metros, que puso a España con una renta de cinco tantos (33-28) a ocho minutos para la conclusión del encuentro. Diferencia que la selección española supo ya manejar con oficio, como reflejó el 36-31 final, que vale un puesto en los torneos preolímpicos. - Efe