Pamplona - “Llevo dos semanas buenas, en las que estoy con confianza y están saliendo las cosas”, desgrana Jon Ander Albisu (Ataun, 1990). El manista guipuzcoano echa un vistazo a la tabla clasificatoria del Parejas y se encuentra con una situación de holgura. Lo necesitaba. Su fusión con Aimar Olaizola asfalta el camino con baldosas de oro. Llevan seis triunfos en ocho partidos y son colíderes. ¡Éxito! Aun así, no se confían y consideran que, hasta que no posean los ocho puntos, tienen que mantener el nivel. Entretanto, el veterano goizuetarra no para de lanzar flores a su compañero. “Tenía ganas de jugar con él, porque casi siempre nos estaba tocando en contra. Jon Ander es uno de los mejores. Es un grandísimo zaguero y es distinto jugar con él que con cualquier otro. Domina y es más fácil”, define el delantero, quien recibe menos castigo físico por el poder del ataundarra, de quien dice Julen Martija, su rival mañana en los cuadros largos del frontón Bizkaia, que “es un zaguero al que no se le da la importancia que tiene por el nivel que posee”. Albisu está en un pedestal.
“En algunos campeonatos me ha tocado sufrir y la verdad es que así se juega más tranquilo”, desbroza el guipuzcoano. Sin ir más lejos, el curso pasado vivió un calvario con cambio de delantero a mitad de campeonato por decisión empresarial incluida. “Si tienes que seguir consiguiendo puntos, tienes que continuar al nivel y trabajar”, remacha el ataundarra. La cuestión es encontrar la estabilidad que le permita no precipitarse y controlar una pegada que es un martillo neumático. La presión puede afectar cuando pintan bastos. “Si tienes que conseguir las victorias obligatoriamente, das más vueltas a la cabeza. Estando en nuestra situación, tienes la posibilidad de entrenar más relajado toda la semana. No he dado demasiadas vueltas a los dos malos partidos que he tenido. También es verdad que es más fácil así”, añade el pegador, en plena madurez.
A pesar del buen momento, Albisu es consciente de haberse encontrado en otros campeonatos con iguales o mejores sensaciones, pero sin la solidez de los triunfos. “Respecto al nivel juego, ha habido momentos en los que me he sentido incluso mejor, pero de puntos, no”, recuerda. En su octavo Parejas, Jon Ander está encontrando regularidad, que es lo “más importante” para seguir “trabajando” con Olaizola II. El partido de mañana en Bilbao ante Altuna III-Martija puede suponer un puntal más para su autopista hacia las semifinales.
En la liturgia con el material, el delantero de Aspe calificó un cuero de los de Baiko como un “balón. Es blanco, grande y cuesta moverlo. Por cómo juegan los rivales, es algo que nos preocupa”, determina Altuna III.