Donostia - Asier Garitano ya no es el entrenador de la Real Sociedad, cargo que pasa a ocupar Imanol Alguacil tras los comunicados oficiales emitidos por el club ayer, minutos después de las dos de la tarde. Se consuma así un relevo en el banquillo que venía cocinándose desde la noche del pasado viernes, tras la derrota en Anoeta contra el Alavés, y que la entidad txuri-urdin acomete aprovechando el parón navideño. Vivir ahora dos semanas sin competición, durante las que el equipo ha disfrutado además de siete días de descanso (regresa al trabajo mañana), ha tenido su peso en la toma de una decisión que, en cualquier caso, supone un desmarque claro por parte de la propia Real respecto a su forma habitual de proceder con sus entrenadores, en épocas de crisis.
Los 19 puntos de 51 posibles en Liga sumados con Garitano suponen una cifra decepcionante. Pero los análisis golbales incluyen también en el balance el billete copero a los octavos de final, el momento de cambios profundos al que se enfrentaron este pasado verano plantilla y club, y también la escasa contestación que el propio Garitano había encontrado en el ambiente de Anoeta durante los últimos partidos. El entrenador tenía sus detractores, pero el estadio no era un clamor pidiendo su cese, circunstancia que sí se ha dado con técnicos anteriores a los que el actual Consejo mantuvo en mayor medida en sus cargos.
discrepancias Sí existe, por contra, una circunstancia que ayuda a comprenderlo. Esta reside en la sensibilidad futbolística de Asier Garitano, distinta en términos generales a la del grueso del plantel. Técnico y jugadores han reconocido a lo largo de la temporada haber mantenido diálogos e intercambios de opiniones cuyo tono resulta imposible de valorar desde fuera de las entrañas del club, pero cuya simple existencia ya implica un caldo de cultivo poco recomendable. Con el entrenador apostando por propuestas muy cambiantes, variando en función del adversario y yendo en cierto modo contra los gustos de los futbolistas, ganarse la confianza de estos pasaba para él por el logro de resultados. Y a nadie escapa que la mala racha que arrastra ahora la Real (cuatro derrotas consecutivas en la Liga) había hecho al técnico perder crédito y autoridad antes sus futbolísticas. Analizando el panorama con perspectiva, Aperribay, su Consejo y Roberto Olabe decidieron ayer cortar por lo sano y activar el botón del cambio de entrenador.
Garitano ya ha rescindido su contrato con la Real, como consecuencia de una serie de movimientos que comenzaron el fin de semana. El viernes, al calor de la derrota, no se produjeron encuentros por parte de los integrantes de la cúpula del club, que sí llevaron a cabo un primer análisis de la situación transcurridas unas horas. La toma de contacto dejó en el aire el futuro del entrenador, y tuvo continuidad durante la mañana de ayer, cuando se decidió la destitución de Garitano. Asimismo, la entidad txuri-urdin acordó que Imanol Alguacil asumirá ahora las riendas del primer equipo, tal y como avanzó en su edición de ayer este periódico.
turno de imanol El oriotarra deja el Sanse y firma un nuevo contrato que le sitúa como entrenador del plantel profesional del club por espacio de un año y medio, hasta junio de 2020. El acuerdo, además, resulta prorrogable temporada a temporada a partir de entonces, existiendo la intención por parte del club de convertir a Imanol en un técnico duradero, al estilo de esos managers del fútbol inglés que cada vez escasean en mayor medida. Alguacil, que volverá a tener a Mike Labaka como segundo, inicia así su segunda aventura al frente del primer equipo, tras los nueve encuentros en los que dirigió a los txuri-urdin durante el pasado curso. En ellos sumó 16 puntos de 27 posibles, gracias a cinco victorias y un empate.
La puesta de largo del nuevo entrenador se produjo ayer apenas unas horas después de que Garitano supiera que no va a continuar en su cargo. Al de Bergara se le comunicó la noticia en persona, en Donostia, ya que ha regresado a tierras guipuzcoanas para pasar las fiestas tras viajar a Leganés el pasado fin de semana. El departamento de prensa del club le ha ofrecido la posibilidad de ofrecer una rueda de prensa a modo de despedida, una opción que Garitano no ha desestimado de forma directa, aunque todo apunta a que la comparecencia no se terminará produciendo. El exentrenador realista se va a tomar unas horas de reflexión para asimilar los acontecimientos y sí tiene la intención de saludar a la plantilla mañana por la tarde, en el regreso a los entrenamientos. El paso del tiempo suele enfriar, en estos casos, las ganas de los protagonistas de colocarse ante los micrófonos, aunque no puede descartarse que Garitano lo haga. Sea como sea, su etapa ya ha concluido tras solo 19 partidos oficiales, saldados con cuatro victorias, siete empates y ocho derrotas.