Durango - La Federación Vasca de Fútbol inició ayer el que será el partido más largo de su historia. Una carrera de fondo con un final incierto y desconocido, pero con el reclamo de su oficialidad como principal objetivo. Así lo decidieron ayer en Durango los asambleistas del ente, que decidieron casi por unanimidad -43 votos a favor y una abstención- solicitar de forma directa su integración en la FIFA y en la UEFA. La reunión, celebrada en el Centro Cultural San Agustín de la localidad vizcaina, reunió además de a un elevado número de asambleistas -el presidente de la FVF, Luis Mari Elustondo, reconoció que la cifra de asistentes fue bastante mayor que la habitual, a pesar de que de solo se dieron cita 44 de los 121 representantes-, al director de Deportes del Gobierno Vasco, Jon Redondo, a futbolistas en activo como David Zurutuza, Asier Illarramendi, Manu García, Asier Riesgo y Ainhoa Tirapu, al ex jugador Koikili Lertxundi, así como al director deportivo del Athletic, José Mari Amorrortu, y José Ángel Iribar. Impulsores todos ellos de la oficialidad, como también la asociación Euskal Herria Kirola. Tras la Navidad, el ente pondrá en manos de sus asesores jurídicos un proceso que en primera instancia conducirá a un primer contacto con la Federación Española que preside Luis Rubiales que, o se negará a elevar la petición a los organismos superiores o directamente no contestará. Entonces, la Federación Vasca iniciará los pertinentes cauces judiciales en busca de su oficialidad.

El único presidente de las tres territoriales que sí tuvo a bien acudir fue Juan Luis Larrea, de la Guipuzcoana. Iñaki Mardones, máximo dirigente de la Vizcaina además de vocal en la Junta Directiva de la Federación Española, que se ha mostrado reacio a la celebración de la votación de ayer, y su homólogo en la Alavesa, Pedro María Solaun, no acudieron a la cita, aunque en representación de la Federación Vizcaina sí estuvo presente su vicepresidente, José Ángel Labrador. Eso sí, ninguno de los tres máximos representantes de las territoriales cuenta con derecho a voto.

Al término de la Asamblea, Elustondo mostró su satisfacción por el resultado obtenido en una votación que, debido algunas presiones recibidas, se celebró de manera secreta. Esta, eso sí, bien pudo haberse celebrado a mano alzada, como así recoge el artículo 33 de los estatutos de la FVF, que dicta que el voto podría ser confidencial en aquellos casos en los que se celebren elecciones personales. La última palabra, eso sí, recae en la figura del presidente, que decidió que fuera secreta.

Este, no ocultó que se trata de “un momento histórico” del que no existen “antecedentes”, aunque Elustondo pididó paciencia: “Ahora tampoco hay que precipitarse, esto es lento. Es un paso importante y algunos están emocionados”. El presidente de la Federación Vasca admitió asimismo que esperaba un sí como respuesta por parte de la asamblea, pero “no tan mayoritario o rotundo”.

Por último, hizo público que tanto “el presidente, el vicepresidente y uno de los miembros de la Junta Directiva” de la Federación Española de Fútbol sabían de la celebración de la votación de ayer, y que no valoran “la desanexión de la Española porque no sería bueno”.