Javier Ibáñez se va con Sastre
El joven alavés compaginará en Ávila su segundo año junior con la natación
vitoria - No suele ser habitual ver a jóvenes deportistas abandonar su ciudad y a su familia para emprender nuevas aventuras con la idea de seguir mejorando sus trayectorias. Por eso la de Javier Ibáñez resulta tal vez interesante de conocerse, no sólo por el fondo, sino también por las formas en las que se ha producido. Y es que el ciclista vitoriano acudió el pasado mes de agosto a tierras burgalesas a disputar la Vuelta a la Ribera del Duero, cedido en el equipo juvenil de la Fundación Víctor Sastre, escuadra que dirige quien fuera ganador del Tour de Francia hace diez años Carlos Sastre.
Su rendimiento llamó la atención del cuadro abulense y le propusieron completar su segundo año junior con ellos. Javier se lo planteó a sus padres y aceptó. No ha sido una decisión fácil. Lleva poco más de un mes en Ávila y ya va acostumbrándose a convivir fuera de su habitat natural. “Los primeros días me costó bastante, porque estoy a mucha distancia y tampoco vengo a casa todos los fines de semana”, cuenta el corredor alavés. Tiene 16 años y lo curioso es que no sólo pedalea, sino que también nada. Lo hace con el Club Natación Judizmendi, entidad con la que estas semanas se afana en preparar la Copa de España de clubes que se celebrará el próximo mes de diciembre en Castellón. “Hago 400, 800 y 1.500 metros. Son distancias largas que me vienen muy bien para coger fondo y prepararme en cierta forma para cuando cojo la bicicleta. Realmente después lo suelo notar”, cuenta el joven valor vitoriano.
Este invierno no hará ciclocross, a diferencia de otras temporadas -el pasado año fue cuarto en el autonómico de Berriz-. La agenda da para lo que da. Incluso de la campaña de ruta tan sólo ha podido completar cuatro meses con cierta regularidad. Compaginar sus aficiones deportivas con el Bachillerato lleva sus horas y no quiere descuidar sus tareas académicas. En cierta forma tampoco en el conjunto de El Barraco se lo permitirían. “Allí apuestan primero por la formación y luego te puedes mover en el ámbito que quieras. Lo que pretenden es que tengas inquietudes y desees llegar a algo en la vida”, manifiesta Javier. A las órdenes de Carlos Sastre y su equipo de trabajo completará su segundo año como juvenil, una temporada compleja a todos los niveles. Tendrá un calendario de competición más exigente que lo que ha venido cubriendo hasta el momento, pero seguro que el aprendizaje que reciba le servirá para seguir progresando como ha demostrado hasta el momento.
En la lucha contra el reloj, Javier Ibáñez ha tenido buenas actuaciones. El año pasado fue campeón de Álava con el maillot del Luyando Ganzedo y este curso, hace poco más de un mes en Murgia, se colgó la medalla de plata, ya como juvenil y con los colores del Etorki-Electro Alavesa. Aun no teniendo dotes de escalador pasa bien la montaña y para no completar todo el calendario de ruta su vitrina particular tiene bastantes trofeos. De momento el prometedor ciclista va quemando etapas en dos modalidades deportivas tan distintas, pero comunes en una cosa, la del sacrificio y el trabajo individual. Habrá que ver en el futuro si Javier se decide por la natación o por el ciclismo. Todavía tiene tiempo de elegir por cuál de las dos se decanta. De momento, la Fundación Víctor Sastre seguirá moldeándolo.
Lugar de nacimiento. Vitoria
Edad. 16 años. Cumplirá los 17 el próximo 29 de noviembre.
Trayectoria. Empezó en la escuela de ciclismo de Iturribero para en cadetes pasar al Luyando-Ganzedo de Ayala. Este año, en su primer curso como juvenil ha defendido el maillot del Etorki-Electro Alavesa, de Amurrio.
Perfil. Se trata de un ciclista todoterreno. Sin ser un escalador puro pasa bien la montaña, aunque donde mejor se defiende es en la contrarreloj. En 2017 fue campeón de Álava de la especialidad y el pasado septiembre se proclamó subcampeón provincial en categoría junior.