Fue una etapa más selectiva de lo que esperaba y en ese aspecto me sorprendió. De hecho, la última subida no era tan dura, pero hubo gente importante de la general que se quedó descolgada. El puerto apenas tenía cinco kilómetros de subida al 5% de desnivel y tenía varios descansos. Pero el día fue muy duro, con calor, viento, transitando por carreteras estrechas. Hubo una constante pelea por mantener la posición. Todo eso, sumado a los nervios que hubo, pasaron factura al pelotón y el final se hizo duro y se acumuló la fatiga. De hecho, tanto Miguel Ángel López estuvimos intentando salvar los muebles en último kilómetro. Cedimos algo de tiempo, nos picaron 20 segundos en meta, pero seguimos metidos en la pomada. Valverde no falló en un final ideal para sus características. Tenía al murciano y a Kwiatkowski en las quinielas para la victoria. Se impuso Valverde, que es más rápido, mientras que Kwiatkowski es el nuevo líder de la Vuelta en un día en el que acumulamos cansancio en las piernas y en el que Omar Fraile se cayó al patinar en una curva. Esperemos que no sea nada grave porque es muy importante para nosotros en lo que resta de carrera.